jueves, 27 de diciembre de 2012

Diez (10) descubrimientos científicos de 2012 (I)


Entiéndanme. No son diez descubrimientos científicos cualesquiera. No. Son “los diez descubrimientos científicos del año 2012”, el mismo que se nos escurre entre los dedos estos días.

Y la encargada de elaborar tan selecta lista no es otra que la prestigiosa revista Science que, como el turrón cada año, vuelve a nuestras vidas por Navidad. Y como revista que es, lo hace en forma de portada noticiera.

Un clásico anual más que en esta ocasión, ofrece pocas sorpresas, al menos, para el descubrimiento que la encabeza.

Editores y expertos de la revista han puesto, en el primer lugar de su top ten el hallazgo, tras cuarenta (40) años de búsqueda, del Bosón de Higgs.

Ya hemos hablado de él en esta tribuna bloguera, y sabemos que se trata de la partícula clave, para explicar de dónde procede la materia del Universo.

Entre los entendidos del gremio, pocos son los que piensan, que no podía haber sido de otra forma, dada la magnitud y el calado del particular descubrimiento.

Le acompañan en estas dos manitas de logros científicos, otros nueve entre los que se cuentan la secuenciación del genoma del Denisovano, el aterrizaje del Curiosity en Marte o la formación de óvulos a partir de células madre.

Pero empecemos, por donde y, como se debe. O sea. Por el principio y con orden.

01. El descubrimiento del bosón de Higgs 
El pasado 4 de julio, los físicos de CMS y ATLAS, los dos mayores experimentos del Gran Colisionador de Hadrones (LHC), ubicado en el CERN, hacían la declaración oficial: se había encontrado “una nueva partícula compatible con la teoría de Higgs”.

Con ella, no sólo se ratifican los conocimientos actuales sobre el mundo subatómico, y se completa, al poner la última pieza, el complicadísimo rompecabezas que conocemos como modelo estándar de la física. No. Se va más allá.

Su descubrimiento también aporta una explicación a cómo otras partículas elementales (electrones y quarks) obtienen su masa y, con ellas, por ende, lo que de forma popular se conoce como materia.

O sea, todo lo que vemos.

En la actualidad los científicos aceptan que existe un campo energético que permea todo el Universo, el campo de Higgs, donde las partículas se mueven como las aves lo hacen en el aire o los peces en el agua. Cuanto mayor es la partícula, más resistencia encuentra al moverse.

En definitiva, el bosón de Higgs es lo que hace que los objetos tengan masa, desde el más diminuto guijarro de un río hasta la estrella más colosal. Incluidos, por supuesto, nosotros mismos. Sin él, el Universo sería muy, muy, diferente al que conocemos.

02. La secuencia genómica del hombre de Denisova 
La historia de este hito científico tiene bastante menos antigüedad que la de la "partícula de Dios". No llega a tres años, y todo empezó cuando en marzo de 2010, en las cuevas de Denisova, en Siberia, se encontraron un fragmento de un dedo meñique infantil y dos piezas dentales.

Todo hace pensar que pertenecen a una nueva y misteriosa especie, los denisovianos, que compartieron hábitats con homo sapiens y neandertales, pudiendo con estos últimos, incluso, estar emparentados.

Los análisis realizados han revelado que el hueso pertenecía a una niña de ojos marrones, cabello castaño y piel morena, que vivió hace unos ochenta mil (80 000) años, entre 74 000 y 82 000.

Pero no han quedado ahí las averiguaciones. Un equipo de científicos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, dirigido por Svante Pääbo, ha logrado secuenciar su ADN mitocondrial.

Con razón este hecho científico ocupa la segunda posición.

3. La obtención de óvulos a partir de células madre 
En esta ocasión el logro científico nos llega del país del sol naciente. Científicos japoneses de la Universidad de Kioto han conseguido fabricar en el laboratorio óvulos fértiles, con capacidad para ser fecundados, a partir de células madre de piel de ratón.

De hecho los óvulos dieron lugar a una amplia descendencia de ratoncillos sanos. Lo que tiene su interés. Ya que, a nadie escapa, las posibilidades que, para los humanos, ofrece esta nueva técnica.

De los resultados de esta investigación podrían surgir nuevos tratamientos para combatir la infertilidad femenina. Sobre todo en el caso de mujeres que hayan agotado sus óvulos fértiles, bien sea por edad o por un tratamiento médico agresivo.

Todo un triunfo, a medio y largo plazo, contra el avance del reloj biológico femenino y, por qué no, una ayuda para parejas que deseen tener “bebés de diseño”. Aunque esto último quizás sea un tiro por elevación. Pero qué sabe nadie. (Continuará)



1 comentario :

Nuria Gómez dijo...

Explica con sencillez y claridad. me gusta lo que hace y como lo hace