Ya les he hablado en estos predios blogueros de la existencia de un asteroide surcando nuestros cielos, que lleva el nombre del tenista maraconí Rafael Nadal.
Pues bien, hoy les traigo otro de estos planetas menores que lleva nombre de personaje célebre. En esta ocasión el de uno de los guitarristas y compositores más originales de su época.
Un artista del que muchos de sus álbumes están considerados esenciales en la historia del rock, me refiero a Frank Zappa. Todo un referente para muchos en el mundo de la música.
Para empezar la inició un psiquiatra forense de Phoenix, John V. Scialli, con una campaña popular que inundó de solicitudes a su favor, el departamento estadounidense encargado de supervisar el proceso de nombramiento de estos cuerpos celestes secundarios.
Lo peculiar del asunto es que no se hizo por correo postal ordinario, sino vía Internet. Hasta donde he alcanzado a averiguar, es probable que se trate de la primera campaña on-line con ese objetivo.
Una campaña que involucró a ciudadanos de, nada menos que, 22 países, todos fans de Zappa ni que decirlo tengo,.
Y, ésta es ya la tercera singularidad, que produjo el mayor apoyo al nombre de un asteroide que se ha dado nunca, según la International Astronomical Union (IAU).
Sin embargo no fueron astrónomos estadounidenses, sino checos, los que terminaron buscando el asteroide y poniéndole nombre. La razón de este cambio de delegación sólo es explicable a la luz de la gran amistad que existió entre el músico y Vaclav Havel, presidente por aquel entonces de la República Checa.
Una amistad que surgió a comienzos de 1990, cuando Zappa visitó Checoslovaquia a petición de Havel, declarado y reconocido fans y seguidor incondicional de la música de Zappa.
Y por lo que se ve también admiraba al hombre, pues le nombró Asesor de comercio, cultura y turismo. Una especie de agregado cultural no oficial. Se ve que no hay quinta mala.
Un nombre cuya elección presentó ciertas dificultades pues, no solo existía ya un asteroide denominado Zappala sino que, además, había varios más cuyos nombres empezaban por Frank. En cualquier caso fue un problema subsanable. (Continuará)
Pues bien, hoy les traigo otro de estos planetas menores que lleva nombre de personaje célebre. En esta ocasión el de uno de los guitarristas y compositores más originales de su época.
Un artista del que muchos de sus álbumes están considerados esenciales en la historia del rock, me refiero a Frank Zappa. Todo un referente para muchos en el mundo de la música.
La intrahistoria del nombre
Como suele ocurrir en otros muchos casos, en éste, la historia de ponerle su nombre a un asteroide tiene su pequeña intrahistoria. Una que está cargada de singularidades y que tuvo su origen en Arizona, tras la muerte del músico.Para empezar la inició un psiquiatra forense de Phoenix, John V. Scialli, con una campaña popular que inundó de solicitudes a su favor, el departamento estadounidense encargado de supervisar el proceso de nombramiento de estos cuerpos celestes secundarios.
Lo peculiar del asunto es que no se hizo por correo postal ordinario, sino vía Internet. Hasta donde he alcanzado a averiguar, es probable que se trate de la primera campaña on-line con ese objetivo.
Una campaña que involucró a ciudadanos de, nada menos que, 22 países, todos fans de Zappa ni que decirlo tengo,.
Y, ésta es ya la tercera singularidad, que produjo el mayor apoyo al nombre de un asteroide que se ha dado nunca, según la International Astronomical Union (IAU).
Sin embargo no fueron astrónomos estadounidenses, sino checos, los que terminaron buscando el asteroide y poniéndole nombre. La razón de este cambio de delegación sólo es explicable a la luz de la gran amistad que existió entre el músico y Vaclav Havel, presidente por aquel entonces de la República Checa.
Una amistad que surgió a comienzos de 1990, cuando Zappa visitó Checoslovaquia a petición de Havel, declarado y reconocido fans y seguidor incondicional de la música de Zappa.
Y por lo que se ve también admiraba al hombre, pues le nombró Asesor de comercio, cultura y turismo. Una especie de agregado cultural no oficial. Se ve que no hay quinta mala.
Algunos datos sobre el asteroide
Se escogió uno descubierto el 11 mayo de 1980, por el astrónomo checo Ladislav Brozek en el Kleť Observatory y 24 años después, el 22 de julio de 1994, la Unión Astronómica Internacional aceptaba el nombre propuesto: 3834 Zappafrank.Un nombre cuya elección presentó ciertas dificultades pues, no solo existía ya un asteroide denominado Zappala sino que, además, había varios más cuyos nombres empezaban por Frank. En cualquier caso fue un problema subsanable. (Continuará)
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