lunes, 12 de octubre de 2009

En plena 'hipatitis'

Por si no han caído en el detalle, llevamos una temporada inmersos en lo que algunos han dado en llamar hipatitis.

O lo que es lo mismo, un fenómeno consistente en la proliferación abusiva de novelas con Hipatia como heroína.

Y este abuso cuantitativo no es lo peor. El cualitativo no le va a la zaga. Salvo honrosas excepciones, prolifera la falta de rigor histórico y científico con el que es tratada la figura de Hipatia y su significado. En otra ocasión volveremos sobre este aspecto.

Hoy nos centraremos en ella. En Hipatia de Alejandría ¿Quién fue esta mujer? ¿Qué sabemos realmente de ella?

Hipatia de Alejandría (370-415)
Los escasos documentos existentes nos dicen que Teón -uno de los hombres más educados de la Alejandría del siglo IV d.C., y profesor de matemáticas y astronomía del famoso Museion, el primer centro científico conocido- quería para su hija Hipatia la mejor de las educaciones.

Por eso le adiestró el cuerpo con un entrenamiento físico que potenció su salud y agilidad.

Y también le desarrolló la mente, dándole una formación lingüista, matemática, astronómica y filosófica. La mejor educación que supo y pudo darle y que ella aprovechó.

Nunca hasta ese momento, una mujer había acumulado tantos conocimientos y, además, los podía mostrar como si fuera un hombre.

De igual a igual. Hipatia se comportaba en igualdad de condiciones con ellos, un hecho excepcional hasta entonces.

Para muestra un botón. Tal fue su fama y enorme influencia política y social, que bastaba remitirle las cartas a la atención de ‘La Musa’, como era conocida, para que les llegaran. Un hecho excepcional.

Hay que tener en cuenta que la Alejandría helénica de la época, contaba con cerca de un millón de habitantes. Más que Sevilla hoy en día. Y no era necesario ponerle la dirección al sobre, para que le llegara. Inconcebible.

Última científica pagana del mundo antiguo
En la escuela de Alejandría, Hipatia, enseñó filosofía, matemáticas y astronomía. Destacó tanto por la didáctica de sus clases, como por su criterio y personalidad.

Otrosí lo formaban su belleza y romanticismo. Escribió varios documentos, entre ellos, “Sobre el Canon Astronómico de Diafanto donde habla de ecuaciones de primer y segundo grado.

De sus cartas con Sinesio se desprende que inventó o, al menos, explicó la fabricación y uso del astrolabio plano, usado para medir la posición de las estrellas, los planetas y el Sol. También se la considera inventora de la esferaplana.

De un aparato para obtener agua destilada. De otro para medir el nivel del agua. Y de, uno más, para determinar la densidad de los líquidos, que más tarde se llamó aerómetro o hidroscopio. Hipatia científica e inventora.

Es la primera mujer conocida que realiza una contribución en el terreno de las matemáticas y, la primera también, que participa de forma activa en una comunidad académica. A sus clases acudían gentes de Atenas y Roma.

Lo hacían en concordia, paganos, judíos, neoplatónicos e incluso cristianos (entre ellos Sinesio, que llegaría a ser obispo). Una concordia por desgracia, y por lo que aconteció después, sólo aparente.

El cristianismo ya había sido declarado religión oficial por el emperador Teodosio. Lo que propició que la intransigencia y el antagonismo de la nueva religión con el paganismo, empezara a mostrarse de forma cruenta.

Por eso algunos historiadores consideran que Hipatia fue la última científica pagana del mundo antiguo. Y lo que es más grave… (Continuará)

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