miércoles, 16 de abril de 2014

¿Por qué llaman cancerberos a los porteros de futbol?


Bueno a lo mejor resulta que guardan una cierta relación ambos.

Para empezar, y por si algún escuchante está despistado, en el deporte del balompié, a los jugadores que defienden la portería se le suele llamar, también, cancerberos.

¿Es esta acepción correcta? Y en caso afirmativo, ¿de dónde proviene esta costumbre?


Como suelo hacer en casos como éste, he tirado del DRAE y he buscado el término. Hasta tres acepciones he encontrado:

1. Perro mitológico de tres cabezas que guardaba la puerta de los infiernos.

2. Guarda severo e incorruptible o de bruscos modales.

3. Portero de un equipo de fútbol.


Es decir que sí. Cancerbero es el jugador que defiende la portería, el portero.

El que trata de impedir que entre el balón en ella, y que se produzca un gol. Para ello, y según en qué circunstancias, pueden coger el balón con las manos, siendo el único en el campo, a quien le está permitido.

Porque es evidente que la portería propia es un lugar muy preciado por los equipos.

No olvidemos que el futbol es un deporte en el que gana, el que mete más goles en la meta contraria. No hay más. No se trata de jugar mejor o peor, sino de meter un gol más que el rival.

Esa es toda la ciencia de este arte deportivo. Nadie dijo nunca, que el futbol fuera justo.

Y contestada esta primera pregunta, si le parece, pasemos a la segunda.

¿De dónde proviene esta costumbre?
El origen del término cancerbero está en la mitología griega. Cerbero o Can Cerbero era el nombre de la fiera monstruosa que, con tres cabezas y una serpiente por cola, vivía a las puertas de Hades.

Que, por si no lo sabe, era el inframundo griego, vamos nuestro infierno. De modo que can cerbero es sinónimo de perro infernal. Un animal con la doble misión de no permitir a los vivos entrar, ni a los muertos salir.

Una horrible criatura de terrible mordedura y que, por su conducta, resulta implacable e infranqueable. O casi.

Sabemos que Orfeo pudo rescatar a su esposa Eurídice y evitar sus mordeduras, al poder dormirlo con la música de su lira. Se ve que, también por aquellos entonces, la música amansaba a las fieras.

Luego parece oportuna la denominación. Cancerbero era un perro siempre vigilante de la entrada del infierno. Como cancerbero es también el jugador que guarda la portería. Uno pendiente de que no entren humanos vivos, el otro de que no entren balones.

Bien, ya sabemos por qué se les llama así pero, ¿quién fue la primera persona en emplear este término? ¿cuándo y dónde ocurrió?

Preguntas en busca de respuestas, y éstas en busca de autor. ¿Usted quizás, amable lector?



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