(Continuación) La primera tiene forma cilíndrica, mide un metro (1 m) de altura y cuarenta y cinco centímetros (45 cm) de diámetro y data de 1938; en su parte superior tiene talladas todas las fechas de las elecciones papales en las cuales ha sido utilizada y que hasta ahora son ya siete.
A saber: 1939, para Pío XII; 1958, para Juan
XXIII; 1963 para Pablo VI; 1978 para Juan Pablo I; 1978, para
Juan Pablo II; 2005 para Benedicto XVI; 2013 para Francisco;
y habrá que añadir, si no lo está ya a la hora de escribir estas líneas, 2025
para León XIV.
Es en esta estufa, considerada la “histórica” por
razones que veremos un par de renglones más abajo, en la que se queman las
papeletas de todas las votaciones, tanto las que producen fumata negra como las
que producen fumata blanca.
Aunque eso sí, en cualquiera de los casos la celulosa, compuesto químico orgánico de fórmula molecular C6H10O5 que la componen, poco interviene en el color de la fumata.
Cónclave, 2025. Estufa del humo
La segunda tiene forma paralelepípeda, base cuadrada
y es mucho más reciente pues data de 2005, es en ella en la que, de forma
independiente, se producirá el humo negro o blanco en función de los resultados
de las votaciones papales.
El encendido de esta estufa del humo se realiza
mediante un mecanismo electrónico que
ayuda a controlar mejor su color y el proceso de quemado suele durar unos
minutos para así asegurar su visión en el exterior, gracias a la chimenea, por
todo el mundo.
Está provista además de un dispositivo auxiliar con
un compartimento donde se pueden introducir cajas con fumígenos, unas
clases de compuestos químicos que, por reacción, producen humos de diferentes
colores según su composición y estructura química.
Por supuesto que ambas estufas funcionan de forma simultánea, a la vez, una para quemar las papeletas y otra para generar las señales de humo, estando unidas en un único conducto que, para mejorar el rendimiento de su tiro, está provisto de dos mecanismos.
De un lado una resistencia eléctrica para calentarlo
y de otro un ventilador de reserva en caso de cualquier eventualidad; no, nada
puede alterar el vuelo del Espíritu Santo y mucho
menos afectar la voluntad de Dios. Toda precaución
es poca en esos momentos tan cruciales.
Cónclave, 2025. ¿Qué hace que el humo sea negro o blanco?
Dejando
a un lado el misterio y secretismo en torno a los sucedidos que ocurren en los
cónclaves, para el asunto que nos trae la Iglesia ha tenido que recurrir a la ciencia,
para que la comunicación de los resultados del cónclave funcione correctamente;
de ahí la segunda estufa y el uso de determinados fumígenos. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
No hay comentarios :
Publicar un comentario