viernes, 1 de septiembre de 2023

Cactus. Vuelta del veraneo

Creo que es una de esas escenas que (casi) todos hemos vivido a la vuelta de algún que otro veraneo y en alguna que otra ocasión. Bien porque ha fallado el sistema de riego automático que habíamos dispuesto, bien porque la persona a la que le habíamos confiado su riego no haya podido, o bien por nuestra propia falta de previsión o, por qué no decirlo, desidia.

El caso es que al volver a casa, tras unos días de descanso veraniego, encontramos a todas nuestras queridas plantas de la terraza o del balcón prácticamente secas o secas del todo, achicharraditas vamos. Bueno, todas no, hay alguna que resiste.

Una metáfora de la vida

Como reza en la serie de historietas cómicas francesa Astérix el Galo (1959), de René Goscinny (guionista) y Albert Uderzo (dibujante), y más en concreto en la característica introducción de todas ellas:

Estamos en el año 50 antes de Jesucristo. Toda la Galia está ocupada por los romanos… ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles galos resiste, todavía y como siempre, al invasor. Y la vida no es fácil para las guarniciones de legionarios romanos en los reducidos campamentos de Babaorum, Aquarium, Laudanum y Petibonum…”.

Perdone lo elemental y básico de la figura retórica que utilizo -me hallo en el otoño de mi vida y, como ocurre en esa estación, tengo cierto desapego por lo que ya no es esencial-, el caso es que la ficticia e irreducta aldea gala del cómic está representada, en el real y casero jardín de nuestra terraza o balcón por el cactus que, como aquella, aguanta sin desmayo los ataques enemigos; es más, incluso parece irle hasta bien, ¿cómo es posible? 

Ciencia y vida

Si como todo ser vivo el cactus necesita para crecer de compuestos químicos como el agua H2O (l) y el dióxido de carbono CO2 (g) del aire, además de los nutrientes varios presentes en la tierra ¿cómo lo consigue, si carece de la primera? ¿cuál es la composición de su pócima mágica?

Aunque consciente de que dividir un gran problema en partes pequeñas puede multiplicar exponencialmente las consecuencias, no puedo evitar, perdone mi simpleza, tirar del viejo y manido chiste de Jack el Destripador, ya sabe: ‘…vayamos por partes’. Perdón.

Y empiezo por donde se debe, por el principio o lo que es lo mismo, tirando de taxonomía o ciencia encargada de nombrar y agrupar, dentro de la biología, a los organismos vivos, animales y vegetales, de manera jerarquizada y sistemática. O algo así. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.