(Continuación) Y vamos con algunos de ellos -de los que seguro ha escuchado y leído unos cuantos, la mayoría habladurías y supersticiones que surgen no se sabe bien de dónde- empezando por uno de los más llamativos como este que abre el listado, “Los cactus protegen de las ondas nocivas del ordenador”, no me negará que es un buen arranque.
“Los cactus protegen de
las ondas nocivas del ordenador”.
Pseudociencia
Es probable que lo haya
visto en alguna oficina o en casa de algún conocido colocado cerca de un
ordenador y si ha tenido la oportunidad/curiosidad de preguntar por el motivo,
aparte del posible ornamental, es posible que le hayan dicho que el preventivo,
como lo lee.
El cactus está ahí para
proteger de las malignas ondas electromagnéticas (O.E.M.) emitidas
por el ordenador y que él las absorbe para nuestro bien. Bueno, pues sepa que a
pesar de lo tranquilizador que resulta oírlo, es falso de toda falsedad.
En primer lugar, porque la única forma que tiene de hacerlo sería apantallándonos de ellas, es decir, estando colocado frontalmente entre el dispositivo emisor y nosotros, las ondas viajan en línea recta, y absorbiendo él las radiaciones que tendrían que llegarnos. Y si esto es así, que lo es, estará conmigo que entonces tenemos dos problemas. Bueno, bien pensado, tres o cuatro.
“Los cactus
protegen de las ondas nocivas del ordenador”. Lógica
y ciencia
Uno, a todas luces, el
tamaño de un cactus de interior por muy grande que sea es insuficiente como
pantalla para proteger a una persona de las radiaciones; dos, su localización
no será siempre la correcta en todo momento para hacerlo, las personas
cambiamos de lugar y entonces se acabó la protección salvo que cambiemos el
cactus de lugar.
Tres, a todo esto, sin
contar con que no haya más personas en la sala, pues cada una necesitaría un
cactus; y cuatro, no he leído nada sobre los efectos perjudiciales que las
radiaciones causan al cactus por nuestra culpa, ¿estamos ante un caso de
maltrato vegetal?
En fin, que no hay por dónde coger la susodicha afirmación, se trata de todo un despropósito carente de fundamento, a poco que le apliquemos algo de sentido común, vamos, pura pseudociencia; puestos a poner, mejor reciclamos los cartones de las cajas de los folios para la impresora que nos hayan sobrados, y los utilizamos como escudos.
O mejor aún, ¡cómo no he
caído antes!, es utilizar el modelo individual portátil del “sombrero de papel
aluminio” (en inglés: tin foil hat), ese que como todo el mundo sabe protege
el cerebro tanto de los campos electromagnéticos malevos, como de indeseables controles
o lecturas mentales por parte de seres paranormales perversos, gobiernos espías
o alienígenas invasores. Tito tatín, tatín. Ta tito tito tin... (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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