(Continuación) No se lo dije en su momento, pero ahora, al igual que ocurrió con los descubrimientos saturnianos, nuestro hombre se cuidó muy mucho de comunicar lo que vio (no lo publicó hasta 1623 en Il saggiatore, “El Ensayador”). Buenos eran los tiempos que corrían, recuerde lo de G. Bruno. Trato de decirle que utilizó de nuevo un anagrama para salvaguardar, de manera cifrada, su autoría. ‘La duda es la madre de la invención’.
4.
Observaciones astronómicas galileanas: Acerca del Sol
Otro descubrimiento en contra de la “perfección de los
cielos” fue la observación de ciertas manchas solares que realizó a
finales de 1610 en Roma si bien, por las causas ya comentadas demoró su
publicación hasta 1612.
Una autoría que en esta ocasión le disputa un jesuita, argumentando que son planetoides interpuestos entre el astro y la Tierra, y al que Galileo saca de su error utilizando para ello la teoría matemática de los versenos, unas funciones trigonométricas; no, las manchas están en la superficie del Sol.
También descubre que nuestra estrella está en rotación y,
dando una vuelta de tuerca más al tornillo astronómico de sus hallazgos con el
telescopio, sugiere que nuestro planeta podría estar rotando también.
Más de veinte años después, en su obra de 1632 Dialogo
sopra i due massimi sistemi del mondo tolemaico e copernicano (“Diálogos
sobre los dos máximos sistemas del mundo”), el pisano retoma las manchas
solares como argumento contra el modelo de Brahe en el que se habían refugiado
los geocentristas.
Sin entrar en detalles del argumentario físico que utiliza -indicar solo a modo de pista a seguir, que Galileo observa que el eje de rotación del Sol está inclinado (lo que hace que la rotación de las manchas solares presente una variación estacional, una especie de bamboleo en el giro de las mismas)-, los hechos demuestran la imposibilidad del modelo de T. Brahe.
No obstante, hay que dejar claro que, si bien estos
descubrimientos no constituían una prueba definitiva para el heliocentrismo, sí
contribuyeron a su lenta aceptación, sin olvidarnos del preponderante papel que
otorgaron al telescopio para popularizar la incipiente ciencia de la astronomía.
‘La filosofía está escrita en ese vasto libro que está siempre abierto ante
nuestros ojos: me refiero al universo…’. (Continuará)
[**] El
original de esta entrada fue publicado el 13 de marzo de 2023, en la sección DE
CIENCIA POR SEVILLA, del diario digital Sevilla Actualidad.
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