viernes, 14 de julio de 2023

Triángulo de las Bermudas. Siglo XX (1974): Libro y leyenda

(Continuación) Pues nada, ni por esas, no dejaron de crecer los supuestos incidentes navales y aéreos y por supuesto no se detuvo la propagación del mito del triángulo. Desde entonces y durante años numerosos artículos, documentales, libros, reportajes y películas no han dejado de aparecer y con ellos, multitud de hipótesis interpretativas de lo más descabelladas. El alimento de la leyenda.

Sin embargo, a pesar de ser notoria la repercusión del artículo de Gaddis, vista en perspectiva no podemos decir que fuera excesiva, no al menos si la comparamos con la que adquirió diez años después, de la mano de un experto vendedor de misterios llamado Charles Berlitz y gracias a su libro homónimo El triángulo de las Bermudas de 1974.

‘El triángulo de las Bermudas’, 1974. Leyenda

Vendedor de misterios, en plural, porque a él debemos también la divulgación de otros tantos que seguro le suenan, como el del suspecto platillo volandero estrellado en Roswell o la fallida prueba de invisibilidad de la marina de EEUU -dicen que patrocinada nada menos que por Einstein, casi nada- y conocida como ‘el experimento Filadelfia’.

Del misterio que nos trae comentarle que fue todo un fenómeno de masas muy a tener en cuenta pues del “triángulo del diablo”, como también lo llamaban, se han llegado a vender veinte millones de copias en una treintena de idiomas diferentes, lo que se dice todo un best-seller.

Un extraordinario éxito editorial que no deja de llamar la atención si consideramos que en el mismo se atribuían las pérdidas de barcos y aviones a extraterrestres, a supervivientes de la Atlántida o a cualquier otro argumento imaginable.

Como lo lee, pero es que la década de los 70 fue la edad de oro de lo paranormal, de la ufología, de lo esotérico, de la así denominada sábana santa y, por supuesto, el resurgir de la triangular leyenda bermudiana.

‘El triángulo de las Bermudas’, 1974. Realidad

Y eso que, casi desde el primer momento, la realidad se mostró tozuda una y otra vez, aportando pruebas en contra de lo publicado en el libro, pero oiga, como si nada. Sirvan de ejemplo, por empezar con una, las declaraciones de la famosa compañía aseguradora Lloyd's de Londres.

En las que: se afirmaba que el número de desapariciones de barcos y aviones en dicha zona, no era distinto al de otras zonas del globo; se especifica que las primas de los seguros para los viajes que discurrían por ella, no eran superiores económicamente a las de otros lugares; incluso se diagnostica que en la zona «las desapariciones se deben normalmente a condiciones meteorológicas adversas».

Declaraciones que ni a Berlitz ni a los crédulos lectores pareció importarles, o sea. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 


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