Del pájaro y el frío. Adenda humanística (1)

(Continuación) Aunque existen no pocas modalidades “cabañuelistas”, una de la más simples consiste en observar los primeros doce días del año y, según sea el tiempo de cada día, así será el clima del mes correspondiente, conservando el orden y la cronología.

El 1 de enero, nos indicará el clima del mes enero; el 2 de enero, el del mes de febrero; y así hasta el 12 de enero, que corresponderá al mes de diciembre. Ya, suena algo chusco e infantil, lo sé, pero la gente se lo cree o dice creérselo.

En otro orden de asuntos me consta que en el norte patrio se utiliza un sistema similar llamado témporas (Tatuajes científicos. 32), mientras que en Extremadura se le denomina canícula, un término magnífico derivado del latín canis (perro).

Y alude a la constelación Canis Maior, cuya estrella Sirius coincidía en su orto helíaco con la época más calurosa del año. (De la canícula. Origen y significado) (¿Cuál es el origen de la expresión ‘Hace un día de perros’?)

Refranes y animales

Es evidente que el origen de la relación entre el comportamiento de ciertos animales (vuelos, cantos o migraciones) y el tiempo atmosférico, proviene de siglos y siglos de observación humana en los campos, y se sitúa en el anhelo de todas las sociedades rurales por pronosticar si una tormenta, una sequía o un nublado iban a arruinar sus cosechas.

Una interpretación de señales que siglo tras siglos también, ha devenido en una fraudulenta práctica de adivinación, brujería, mal agüero o de algo peor. Ya se sabe que no hay idea estúpida, por más absurda o inverosímil que parezca, que no encuentre creyentes, seguidores, defensores y aprovechados.

De ahí el imprescindible papel de la ciencia como antídoto contra el veneno del entusiasmo infundado, del engaño pretendido y de la superstición ignara, aunque cuidado, no debemos minusvalorar que la realidad tiene límites, mientras que la estupidez no. Por eso contra ella hasta los propios dioses luchan en vano.

Adenda musical y agrícola

Candeal es un grupo folclórico vallisoletano, formado en los años setenta del siglo pasado, que le puso música en 2007 a estos refranes tradicionales, algo así como: ‘Cuando el grajo vuela bajo  /  hace un frío del carajo,  /  cuando ya no ves gorriones  /  hace un frío de cojones'.

'Cuando el grajo vuela bajo  /  y se esconde en los rincones,  /  hace un frío del carajo  /  pues se hielan los cojones’. Poesía para los oídos  o música poética. A título de curiosidad sepa que el nombre de este dúo musical, lo tomaron de una variedad de trigo típico español, el trigo candeal. (Continuación)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.