(Continuación) Por si no es así sepa que, según una creencia extendida entre los granjeros, Phil, que así se llama el roedor de marra, con su comportamiento es capaz de predecir la duración del invierno y además sin apenas hacer nada. Tal cual, verá por qué.
Si al salir de su madriguera la marmota “no ve su sombra” reflejada en el suelo por ser un día nublado, entonces la abandonará, al entender que se trata de un indicio de que el invierno terminará pronto y ya puede permanecer en el exterior.
Por el
contrario, si la marmota “ve su sombra” por ser un día soleado y se mete de nuevo en la madriguera, ello
significa que el invierno aún durará seis semanas más. En fin.
Concluyendo que es gerundio
Qué quiere que le diga, yo solo le veo superstición y nada más, pues bien podría ser que el comportamiento dependiera de si la marmota ve su sombra, se asusta y entonces se vuelve a meter en la madriguera, o si la jornada nublada la invita a seguir con su paseo post-hibernación. Lo dicho.
Por aportar un dato cierto a este “día marmotero” sepa que, desde el punto de
vista astronómico-calendario, el susodicho 2 de febrero
señala (aproximadamente) la mitad del periodo
comprendido
entre el solsticio
de diciembre y el equinoccio de marzo.
Algo similar a lo que ocurre con la, también estadounidense vaya
por Dios, fiesta de
Halloween que se celebra
el 31 de octubre y señala la mitad
del periodo entre el equinoccio de septiembre y el solsticio de diciembre. Cosas que pasan.
La mentira de la verdad. Las cabañuelas
Una pseudociencia más, otra milonga sin un ápice de certeza, comparable a la astrología, el horóscopo, la homeopatía, la alquimia o, ya que va de animales, el pulpo ‘Paul’, ¿lo recuerda de hace unos años? (Acerca de la estupidez y el Mundial de Futbol)
Las cabañuelas vienen a ser una especie de “horóscopo
meteorológico” que, a pesar de no tener ninguna base científica, gracias a la prensa amarilla o los medios de comunicación
al servicio de los ‘clic’ (ya me
entiende), no deja de estar presente en nuestras vidas.
Vaya por delante que nadie,
por ponerle un ejemplo cercano en el tiempo, haciendo uso de las cabañuelas
predijo la llegada de la profunda borrasca Filomena en enero de 2021. Nadie,
lo que se dice nadie, lo que no es óbice para que dos años después se siga difundiendo
la mentira; sí, somos así, la estupidez insiste siempre (Camus, dixit).
Algo acerca de las cabañuelas
De este suspecto y falaz método adivinatorio -que en absoluto puede suplir, en ningún caso, la labor de la meteorología- ha de saber que es utilizado en el campo por algunos pastores y ganaderos, sobre todo del centro y sur de España y parte de América. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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