[Esta entrada apareció publicada el 09 de septiembre de 2022, en la contraportada del semanario Viva Rota, donde también la pueden leer]
Aquí van mis particulares respuestas a las preguntas con las que remataba la entrada anterior. Una. No utilizamos aún de forma generalizada el hidrogeno verde porque su producción presenta diversas dificultades: la tecnología no está lo suficientemente fina, el proceso resulta complejo y la elaboración es bastante costosa aún, de modo que las inversiones del momento se seguirán destinando a producir hidrógeno gris. El tránsito hacia el azul y el verde exigirán importantes avances tecnológicos, así como más conocimientos acerca de las energías renovables.
Según cálculos de la Agencia Internacional de la Energía, un kilogramo de hidrógeno verde cuesta alrededor de 6 $, cifra tres veces superior a los 2 $ del kilogramo de petróleo, razón por la que seguiremos utilizando, por ahora, este combustible. Pero qué duda cabe que la producción de hidrógeno se abaratará al masificarse su producción, gracias a la reciente coalición entre las compañías energéticas líderes.
Por su parte España invertirá 8 500 000 000 € hasta 2030 e Iberdrola ha montado
en Puertollano (Ciudad Real) la que está considerada como la mayor planta de
hidrógeno verde para uso industrial de Europa, donde se producirá amoniaco
(NH3) destinado a fertilizantes.
Dos. El hidrógeno no sustituirá a las energías solar y eólica, más adecuadas para el hogar y para producir hidrógeno verde mediante electrolisis y bastante menos eficaces en la industria pesada. Por otro lado, aunque a su favor cuenta el hecho de que las baterías de hidrógeno pesan menos que las de litio (Li), sigue siendo un importante problema por resolver la cuestión del almacenaje a largo plazo. Otra asignatura pendiente.
Tres. Respecto a los coches de
hidrógeno, no me cabe la menor duda de que son una alternativa muy real, forman ya parte del presente (un Hyundai
Nexo fue el primero matriculado en España), y todo apunta a que van a ser
un vector clave de futuro. Funcionan por la reacción entre el hidrógeno (H2)
de los tanques y el oxígeno (O2) del aire, produciendo energía
y liberando vapor de agua, H2O (g) por el tubo de escape, no
humo.
Y quien dice coches, dice trenes, autobuses o camiones. Solo hay un problema de infraestructura a la vista, la falta de hidrogeneras. Cuatro ¿Y podrán volar los aviones?, pues en esas estamos. Al menos que me conste, Airbus, quiere poner en servicio para 2035 el primer avión comercial de emisión cero. Ya veremos, pero casi seguro.
Como seguro es que también, en el transporte marítimo, será la gran
apuesta para sustituir con total garantía a fuel y queroseno. Unos aviones de
300 pasajeros y unos buques porta-contenedores que difícilmente podrían ser
propulsados por otras energías renovables como, por ejemplo, la solar. Tirando
del bíblico libro, ‘Fiat lux’.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog]
las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información
sobre ellas.
No hay comentarios :
Publicar un comentario