(Continuación) De lo primero que les digo tenemos numerosas pruebas
desde que el 12 de julio de 1948,
pronto se cumplirá el 70 aniversario, fuera utilizado por el químico
estadounidense W. Libby en el que
sería el experimento pionero de lo que podríamos llamar la cronometría del planeta Tierra.
Se inauguró con un trozo de madera de acacia de la tumba de Zoser, faraón egipcio de la tercera dinastía,
al que se atribuía una antigüedad de 4 650 años y para el que el C-14 dio un valor de 3 979 años, una
precisión sorprendente para la época. O sea que bien, y desde entonces no hemos
parado de datar, lo que es mejor.
Luces del carbono-14
Gracias a esta técnica se han podido datar muchos de los restos de Atapuerca, poner edad a neandertales y faraones, demostrar que la momia
de Ötzi no era un alpinista moderno o que los neandertales de la cueva del
Sidrón en Asturias son de hace 49 000 años.
Sin duda alguna se trata del método de datación por antonomasia pues revoluciónó
no sólo algunas ciencias, por ejemplo la arqueología,
sino a la misma investigación científica.
No andan descaminados aquellos que dicen de él que hace hablar a los muertos, y
no es una forma de hablar.
Por ejemplo es lo que ocurrió con la momia que en 1991 descubrieron unos
alpinistas dentro de un glaciar de los Alpes austro-italianos, Alpes de Ötztal.
En un principio se pensó que podía ser el cuerpo de un montañero perdido, pero
gracias a la técnica del carbono-14 supimos
que eran los restos de un hombre del Neolítico
de hace más de tres mil años. Es conocido como Hombre de Hielo de
Ötzi o el Hombre
de Hauslsabjoch y su cuerpo contenía casi sesenta tatuajes. Se trata de la momia natural más antigua de Europa. Por
ahora.
Ya en este siglo XXI, el acelerador AMS de la Universidad de Oxford determinaba
(2014) que los restos fósiles de neandertales
de la cueva de El Sidrón en Asturias, no solo tienen una antigüedad de 49 000
años con lo que ello puede significar, sino que dichos restos han permitido
descifrar el desarrollo anatómico de los jóvenes de esa especie ya extinta.
Conocida como la cueva de los trece cadáveres -siete adultos y seis
menores de una misma familia-, desde que se descubrió el primer fósil (1994) se han extraído más de 2 500,
convirtiéndose en el yacimiento más rico del mundo para estudiar el ADN de los neandertales.
Las realizadas sobre la momia de Ötzi, la sábana santa y los restos de
El Sidrón son, probablemente, las tres grandes demostraciones de este método,
sus luces. (Continuará)
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y cursiva, si desean ampliar
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