(Continuación) Construida entre 1920 y 1921 e inaugurada en 1924 como
observatorio astronómico, en la actualidad la torre sigue en funcionamiento formando
parte del Instituto de Astrofísica de
Potsdam.
Se encuentra ubicada entre otras construcciones (domos) que en su momento
albergaron magníficos telescopios,
pero que hoy no son más que mudos y vacíos testimonios de una astronomía superada por el paso del
tiempo en conocimiento, técnica y tecnología. Ya ven por dónde voy, “las
ciencias avanzan que es una barbaridad” y en esta ocasión, entre otras, las ciencias del espacio que exploran otras
bandas del espectro electromagnético
que no son la del visible.
Ejecutada por Erich Mendelsohn
(1887-1953), el interior de la torre alberga el que en su momento fue el telescopio solar más grande de su tipo,
en toda Europa. Terminado de construir en 1924 por encargo del astrónomo Erwin Finlay-Freundlich (1885-1964), su finalidad era la de realizar con él
diferentes experimentos y observaciones, que sustentaran algunas hipótesis
relativas al espacio.
Entre ellas la de comprobar uno de los tres (3) efectos predichos por la
innovadora y einsteniana Teoría de la
Relatividad General (TRG), a
saber: un ligero cambio de líneas espectrales en el campo de gravedad del Sol, ahora conocido como el desplazamiento al rojo de las líneas
espectrales, producido por un campo gravitacional.
De ahí que al recibir Albert
Einstein el Premio Nobel de Física
en 1921 -eso sí, por el efecto
fotoeléctrico, no por la relatividad-,
el Instituto Astrofísica de Potsdam se
apresurara a ofrecerle su particular “albergue profesional” en la torre
homónima. De hecho este observatorio solar fue diseñado y construido
principalmente para verificar este fenómeno.
"Organic"
Sin embargo Einstein nunca trabajó allí. Apoyó la idea de su construcción y
la del telescopio, y aunque en dicho observatorio se investigó durante un
tiempo el fenómeno del desplazamiento al rojo, él nunca participó en ellos a
pesar de la conocida fotografía. Ya saben, la del genio asomado a una de sus
ventanas y que se debió producir durante su visita a la torre.
Una historia, la de la visita, que se mueve entre el rumor y el misterio. Vean
si no. Supuestamente, Einstein fue
guiado por Mendelsohn en una visita completa
al edificio, ya que el arquitecto quería conocer el punto de vista y la
aprobación del físico. Lo que es natural y humano, al fin y al cabo era el
genial Einstein.
Bueno pues al parecer éste no dijo ni pio hasta unas horas después cuando,
en una reunión con todo el equipo del proyecto musitó: “Orgánico”. Sólo eso. (Continuará)
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