martes, 27 de febrero de 2018

Claroscuros de la oxitocina

(Continuación) Pero ojo GABA es tan solo uno de los tipos de neurotransmisores de los muchos que actúan en el cerebro y de ahí quizás, el hecho de que realice funciones que otros neurotransmisores no hacen, y para lo que no tenemos explicación aún. Sin duda es mucho lo que nos queda por aprender al respecto.
Lo que sí parece cierto es la similitud de efectos que en el laboratorio se han encontrado, entre un aporte al organismo de oxitocina y un consumo moderado de etanol, en cuanto a la cognición y la interacción social, a través del neurotransmisor GABA.
Del que sabemos que desempeña un papel principal en la reducción de la excitabilidad neuronal a lo largo del sistema nervioso; por ejemplo en los humanos es responsable directo de la regulación del tono muscular.
Y mencionados los antecedentes, pasemos a aquello “del lado oscuro de la hormona y la advertencia del peligro”.
Claros y oscuros
Ya los hemos detallado en otras ocasiones, la llamada “hormona del amor” así como el alcohol tienen efectos positivos, producen beneficios en nuestro organismo. Tanto la una como el otro: reducen el miedo, la ansiedad y el estrés; incrementan el comportamiento generoso y fomentan las relaciones sociales, a la vez que elevan la confianza, la generosidad, el altruismo, etcétera.
Pero en concreto la oxitocina, aparte de estas funciones y las más que conocidas de regular las interacciones sexuales y de apego, las contracciones en el parto o la lactancia, resulta que también está unida a la agresividad, la envidia, la competitividad.
Algo que estarán conmigo, son más bien efectos negativos y suenan muy parecidos a los que producen el exceso de alcohol. Sin contar que, como hormona que es, tendría muchos otros efectos a nivel físico. Precaución. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.



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