No es la primera vez que viene a estos predios este tipo de fenómeno
astronómico [¿Tormenta solar o geomagnética? (1)], si bien nunca lo ha hecho
desde esta perspectiva comparativa de potencia.
Por la documentación existente sabemos que la tormenta solar más potente registrada en la historia es la que tuvo
lugar hace algo menos de un siglo y medio, en 1859, y es conocida como ‘Evento
Carrington’.
‘Evento Carrington’, 1859
Su nombre proviene del hecho que fue el astrónomo aficionado inglés Richard Carrington (1826-1875) el primero
en observarla.
Fruto de esa observación pudo dibujar el 1 de septiembre las manchas
solares que se produjeron y descubrir a partir de ellas el fenómeno de la rotación diferencial del Sol.
Precisamente ese día nuestro astro emitió una inmensa llamarada, una gran
eyección de masa coronal, que apenas tardó diecisiete horas y cuarenta minutos en
llegar a la Tierra intesamente
cargada de partículas magnéticas.
Fue la interacción más violenta que nunca se ha registrado entre una
actividad solar y la Tierra. La
acción de su viento solar sobre el planeta nunca ha sido tan intensa, al menos que
sepamos o tengamos constancia.
De hecho el campo magnético terrestre se deformó por completo,
posibilitando así la entrada de partículas solares hasta la alta atmósfera con
los consabidos efectos.
Su pico de intensidad, entre el 1 y el 2 de septiembre,
produjo extensas auroras boreales y dio lugar a fallos e interrupciones
en las redes de telégrafo, que por aquel entonces estaban todavía muy poco
desarrolladas.
Estos eventos solares de gran alcance pueden alejar el plasma a velocidades
de hasta dos mil kilómetros por segundo (2 000 km/s), unas eyecciones de masa
coronal que pueden conducir a alteraciones en el funcionamiento de los satélites
y de las señales del GPS.
De producirse hoy una tormenta solar de este calibre,
sus consecuencias hubieran sido gravísimas.
Y en este último comentario catastrofista está el motivo de haberle contado
lo anterior. Hace tan solo un par de semanas se produjo una nueva y enorme explosión
de radiación solar.
Tormenta solar, 2017
De forma inesperada el pasado miércoles 6 de septiembre de 2017 tuvo lugar
una llamarada, una de las tres de categoría X (la más grande) que se observaron
en un período de cuarenta y ocho horas.
Fue captada por el telescopio solar sueco de un metro (1 m) gestionado por
el Instituto de Física Solar (ISP) de la Universidad de Estocolmo en el
Observatorio del Roque de los Muchachos del Instituto de Astrofísica de
Canarias.
La más fuerte de las tres explosiones ocurrió a las 13:00 GMT alcanzando el
valor de X9.3, y según investigadores de la Universidad de Sheffield es ya la
mayor erupción solar en los últimos doce (12) años y la octava desde que se
iniciaron los registros modernos.
Ojo con el Sol. Les dejo con el vídeo.
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