Por el inventario de monumentos sabemos que el Consistorio encargó en 1963 al escultor y pintor Antonio Cano (1909-2009), la realización de un grupo escultórico para ubicarlo en la nueva Plaza de Cuba del, por entonces, moderno barrio de Los Remedios.
De título Muchachas al Sol, la obra fue concebida por su autor con unas más que novedosas características figurativas para la época, que lo convirtieron de facto, en el primer monumento moderno instalado en Sevilla.
Tan moderno que provocó una contra-reacción en toda la ciudad. En el barrio de la otra orilla, en la opinión pública, en los ambientes academicistas y en todos los entornos conservadores de la época que no eran pocos por aquel entonces.
Y todos juntos, acompañados de una intensa campaña de determinados medios de comunicación, hicieron que nunca se instalara en la nueva plaza, la que da entrada al barrio por el Puente de San Telmo.
Así que fue temporalmente trasladada al Parque María Luisa, donde estuvo unos años hasta que, en junio de 1973, se instaló en el pequeño jardín infantil que hay junto a la actual glorieta de las Cigarreras.
Y de donde en 1980, y tras sufrir algunas mutilaciones, fue trasladada a su ubicación definitiva, por ahora, dentro de la glorieta de las Cigarreras. Allí permanece desde entonces, integrada en el patrimonio artístico de la ciudad, pero eso sí con la maldición rojiza.
Antonio Cano y Sevilla
No quiero dejar pasar esta ocasión para, sin ánimo de ser excluyente ni de agotar el tema, hacer un recordatorio de la vinculación del artista Antonio Cano y la ciudad de Sevilla. Un nexo que bien ha aparecido, negro sobre blanco en el blog y/o radiofónicamente en Ciencia y Sevillanía.Su primer trabajo escultórico para Sevilla data de 1946 y fue la restauración de las doce (12) esculturas de Sevillanos Ilustres, que coronan la fachada de la calle Palos de la Frontera, del Palacio de San Telmo.
Abro paréntesis. Un trabajo que vino precisamente la semana pasada al programa, ya que dicho grupo se lo encargaron los Duques de Montpensier al escultor Antonio Susillo.
Quien lo realizó en 1895, el mismo año en el que acabó el, en principio, llamado por la leyenda Crucificado de Susillo y después, por el milagro, fue rebautizado por el pueblo como Cristo de las Mieles. Una historia que podrá leer en breve en estos predios, si no prefieren escucharlo antes en el archivo del programa.
Pero en cualquier caso una coincidencia más que añadir. Y cierro paréntesis.
Un grupo escultórico les decía, que se encontraba muy deteriorado a mediados del siglo pasado, pues muchas de las estatuas estaban mutiladas desde la Guerra Civil.
Sevilla y Antonio Cano
Fue al año siguiente, en 1947, cuando lleva a cabo la escultura de Alfonso X el Sabio. Es aquella en la que está en aptitud orante de su sepulcro situado en la capilla Real de la Catedral de Sevilla. Se trata de un personaje real, él, y una obra necrológica, su escultura, que también vinieron a Enroque de Ciencia y a Ciencia y Sevillanía. Recuerden el guiño humorístico de la calle Alonso el Sabio, antes Burro.
En 1956, Cano, realizó una parte de la ornamentación de las nuevas puertas que se abrieron en la Universidad de Sevilla, con anterioridad antigua Real Fábrica de Tabacos. Caben destacar las portadas de las por entonces Facultades de Derecho y Ciencias, por la que durante cinco años pasé.
Y ya en 1963, fue cuando realizó el itinerante por algunos años, y ahora estático pero rojizo, ya veremos hasta cuándo, grupo escultórico Muchachas al Sol. (Continuará)
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