(Continuación) De lo anterior podemos extraer que pizarra es el término con el que en general nos referimos a una superficie sobre la que escribimos o dibujamos (con tiza, pizarrín o rotulador), independiente de que esté hecha de pizarra (roca), de madera o de plástico y sea de color negro, verde o blanco.
Y
como veremos, para el asunto que nos trae desde hace un par de semanas, no
importa tanto el continente, que también, como el contenido y la función,
recuerde lo del manual didáctico de 1841. Ya de la que va, creo que no
le he comentado que las pizarras no aparecieron en las aulas hasta comienzos de
1800, aunque el nombre no empezó a usarse hasta 1815.
Unas
pizarras en las que escribían tanto alumnos como estudiantes, profesores y
científicos más o menos reconocidos, en concreto, y de los científicos famosos ¿qué
sabemos de ellas y de lo que ellos dejaron escrito?
A vuela tecla he dado un vistazo al blog y algo del tema ha sido ya traído a lo largo de estos casi diecisiete años de existencia.
Pizarras enrocadas: de la NASA, cinematográfica,
de pasatiempo, gravitacional
Dando
marcha atrás en el tiempo vino, va para quince años, septiembre 2009, no la pizarra normal
de un científico en clase, sino una gigantesca en la que supuestamente
trabajan hasta media docena de ingenieros de la NASA, habrá que volver sobre
ella.
Un
par de años después, 2011, le traje una pizarra de ficción cinematográfica
relacionada con la película El indomable Will Hunting de 1998, un
film bastante atípico con intrahistoria, y tras otros dos años, en 2013, una terna más.
Empezando por el pasatiempo pizarrero químico de enero, ¿lo ha resuelto?, siguiendo con la pizarra del mes de julio en la que se ve a Einstein junto a la fórmula de la forma tensorial de sus diez ecuaciones de campo para la gravitación allá por la década de los años 30; sí la de la cabecera del blog con lo escrito modificado.
Pizarras enrocadas: del despacho, de
una clase, la de Oxford, ...
Y
rematando en septiembre del mismo año 2013, con la foto sacada días después de
su muerte (1955) del despacho del relativista, con escritos sin borrar
en su pizarra y donde parece que, de un momento a otro, va a aparecer la figura
del genio.
Esa
con el peculiar aspecto del final de su vida que todos recuerdan: imagen
bohemia y desaliñada, suéter mal ajustado y peor planchado, pantalones fondones,
melena blanca y alborotada, ya sabe esos detalles. De la pizarra, aunque algunos lo pensaron en principio, el formulario que aparece no forma
parte de su inacabada teoría de
unificación. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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