Sin embargo, no fue hasta
1980 cuando empezó a exportarse al mundo entero, cambió su nombre por el de ‘Cubo
de Rubik’ y, desde entonces, está considerado como el juguete más famoso y
vendido del mundo.
He leído que hasta el
pasado 2023 se habían vendido alrededor de cuatrocientos cincuenta millones
(450 000 000) de unidades, una idea que jamás debió pasar por su cabeza cuando
lo inventó, ya que no lo hizo pensando en él como juguete sino como una
tecnología de enseñanza para un problema de geometría.
Docencia, juego y patente
Así que, para desarrollar
de manera práctica sus capacidades de visión tridimensional, fundamental en geometría
descriptiva y el estudio de las formas, ideó un objeto cúbico sencillo hecho a
mano con bloques de madera y gomas elásticas; uno que podía ser manipulado sin
que se desmontara y con el que esperaba ayudar a sus estudiantes.
No le puedo decir nada de
su éxito didascálico, pero sí que fue concebido para ello seis años antes de
que saliera al mercado comercial en 1974, y al año siguiente le concedían la
patente húngara número 170062 por un “juego sobre la lógica espacial”, la
primera de una serie de ellas por todo el mundo.
Ingresos y versiones
En la actualidad las
patentes del cubo han expirado y, como es lógico, han surgido y no dejan de
hacerlo nuevas versiones y marcas alternativas; todo un boom de variaciones y
modificaciones de las que le destaco.
La de: 2×2×2 o ‘Cubo de bolsillo’; 3×3×3 o ‘Cubo de Rubik original';
4×4×4 o ‘La venganza de Rubik’; 5×5×5 o ‘El cubo del Profesor’; 6×6×6; 7×7×7;
...; hasta el 21×21×21 y más allá. (Continuará)
No hay comentarios :
Publicar un comentario