(Continuación) Por ejemplo, dentro del campo de la química, el francés Chevreul investigó la síntesis de los ácidos grasos, fundamentales en la fabricación industrial de productos alimentarios como por ejemplo la paradigmática margarina.
Química de la margarina
Que el francés sintetizó tras descubrir en 1813 el ácido margárico,
ácido graso saturado de origen animal, fórmula molecular C17H34O2
y nombre IUPAC ácido heptadecanoico.
Margarina, ya sabe, ese término genérico que comúnmente usamos para llamar
a los distintos tipos de grasas sustitutas de la mantequilla y que en la
actualidad se fabrica mayoritariamente a partir de aceite vegetal; una historia
con intrahistoria que habrá que contar en algún momento.
Y unos procesos de síntesis le decía, que por cierto el francés aplicó en la fabricación de jabones y de bujías (sí, la que enciende la mezcla de combustible y oxígeno, O2, mediante una chispa en los cilindros de un motor de combustión interna). Otra historia.
Como verá le he presentado a un Chevreul quizás no muy conocido
fuera de la química, pero de lo más sorprendente como investigador y
descubridor pues, por si no cae ahora, nuestro hombre fue también el
descubridor del archiconocido colesterol, tan presente en nuestras
vidas.
Química del colesterol y algunos ácidos
Un lípido -que se encuentra en todas
las células, membrana plasmática eucariota, tejidos corporales de todos los
animales y plasma sanguíneo de los vertebrados-, de fórmula molecular C27H46O
y nombre químico que le ahorro por ser prescindibles tanto su escritura como su
pronunciación. Descubridor del colesterol le decía y de los ácidos esteárico
y oléico le digo ahora.
Del primero, el esteárico, sepa que es un ácido graso saturado presente en aceites vegetales y en grasas animales y vegetales, cuya fórmula molecular es C18H36O2 y su nombre IUPAC ácido octadecanoico.
Y del segundo, el oléico, otro ácido graso pero éste monoinsaturado
de la serie omega, presente en aceites vegetales como el de oliva y cártamo,
cuya fórmula química molecular es C18H34O2,
el nombre mejor lo dejamos.
“Ciencia por un tubo”
Perdone la coloquial manera de expresar el vínculo con el
guiño pictórico, pero verá que no ando falto de razón. Ya le he comentado la
tendencia tanto impresionista como puntillista de pintar al aire libre, una
práctica que ahora le digo solo fue posible gracias a un invento. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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