(Continuación) Aunque algunas de las más reconocidas portadas de la historia de la música se basan en la fantasía, las artes y algún que otro icono de la ciencia ficción, como ya hemos visto no faltan las que han sido atraídas por la ciencia como, una vez más, es el caso que nos trae.
Se trata del primer álbum de la banda de
rock neoyorquina The Strokes fundada en 1998, y que con el título de Is
this it “Es esto”, lanzaron el 30 de julio de 2001, primer año de la primera
década del tercer siglo. Un álbum debut con un solo título, pero que por
circunstancias tuvo dos carátulas.
Un
disco, dos portadas
Una, la primera, lanzada mundialmente y
en la que se puede ver la cadera y parte de la nalga de una mujer con una mano
enguantada de negro, que descansa sobre ella de manera delicada; realizada por Colin Lane, según el propio fotógrafo fue una de
las muchas que le hizo a su novia en una de las sesiones.
Sin duda una muy buena portada discográfica que sin embargo, en la versión estadounidense, tuvo problemas de censura (fue considerada sexualmente explícita) por lo que se la sustituyó por una segunda, una alternativa menos comprometida.
Que fue elegida por Julian
Casablanca y consistía en una fotografía
artísticamente mejorada (¿psicodélica?) de una captura de las trayectorias
de algunas partículas subatómicas en una
cámara de burbujas, qué me dice del cambio temático.
Ni que decirlo que es el motivo por el
que viene a estos predios humanistas como ya se habrá imaginado, así que no nos
ha venido nada mal, en esta ocasión, el hipócrita puritanismo estadounidense.
¿Qué es
una cámara de burbujas?
En esencia no es más que un antañón y obsoleto detector de partículas subatómicas (protones, electrones, protones) cargadas eléctricamente bien por radiactividad natural o por un colisionador de partículas.
Consiste en una cuba que contiene un
fluido transparente, por lo general hidrógeno líquido H2 (l),
a una temperatura por debajo de la de ebullición. Al penetrar en él la
partícula, gracias a su energía cinética (Ec), va aportando la energía
suficiente como para que el líquido comience a hervir a lo largo de su
desplazamiento.
Que implica la formación de una línea de burbujas que nos
marca su trayectoria y de la que cada partícula tiene una que es exclusiva y
distintiva, lo que tiene su aquel pues
viene a ser como una especie de huella dactilar de las partículas componentes
de la materia, tanto fundamentales como elementales. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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