(Continuación) A lo largo de este siglo XXI el invierno se iniciará sólo entre los días 20 y 22 de diciembre, referido a la fecha oficial española, siendo su inicio más tempranero el del año 2096 (a saber, quién andará por aquí) y el más tardío el ya pasado del 2003.
Es sabido que estas variaciones
de un año a otro son motivadas por el modo en el que se encajan, de un lado, la
secuencia de años según el calendario, unos son bisiestos y otros no, y del otro, la
duración de cada órbita de la Tierra alrededor del Sol, un periodo de tiempo
conocido como año
trópico.
De la duración de los días, las salidas y las puestas de Sol
Ya lo hemos comentado, este día
del solsticio de diciembre corresponde al de menor duración del año, es decir
aquel en el que transcurre menos tiempo entre la salida y la puesta del Sol en
un lugar dado, vamos que es el día que menos horas de luz tiene.
Un día, y esto puede sorprender a algún que otro aficionado, que resulta no ser el mismo en el que el Sol sale más tarde y se pone más pronto, que dicho así puede parecer lo mismo pero que, en puridad, no es igual.
Unos días que sí es cierto se
encuentran próximos al del solsticio, siendo uno el próximo jueves 4 de enero
de 2024, día en que el Sol saldrá más tarde, y el otro lo fue el pasado lunes 4
de diciembre de 2023 en el que se puso más pronto.
Aunque el día del solsticio de diciembre corresponde
al de menor número de horas de Sol, la diferencia de horas entre el día y la noche
depende de la latitud del lugar y así, para la latitud de Madrid, el día del
solsticio de invierno tendrá 9 h y 17 min de Sol, a comparar con las 15 h y 3
min que tuvo el día más largo (solsticio de junio).
La diferencia entre el día más corto y el más largo es por tanto de casi seis horas (6 h) de Sol, un valor que empieza disminuir conforme nos acercamos al ecuador y a aumentar si lo hacemos hacia los polos terrestres donde es máxima.
Teoría mecánica y datos empíricos
Y no es el mismo día le decía,
viniendo la explicación de mano de la cinemática celeste, basada en dos hechos: uno, la
órbita que la Tierra describe alrededor del Sol no es circunferencial sino elíptica; otro, el eje terrestre está inclinado en una dirección que no es la del eje de dicha
elipse. Esta explicación cinemática justifica también que, por ejemplo,
nuestros relojes, basados en un Sol ficticio de comportamiento mecánico medio,
y los solares estén desajustados.
Por ponerles un ejemplo, en
Madrid, la duración de hoy viernes 22 de diciembre, día de menor duración, será
de nueve horas y diecisiete minutos, bastante menos que las quince horas y tres
minutos que duró el día más largo, el pasado 21 junio de 2023 (solsticio de
verano). A destacar que hay casi seis horas de diferencia entre uno y otro. (Continuará)
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