(Continuación) Una pregunta en apariencia simple y de no difícil respuesta que caló pronto en el lenguaje popular, surgiendo a costa de ella infinidad de bromas y chascarrillos en no pocas conversaciones, pero, ¿sabemos a qué huelen?
En dicho anuncio nos invitaban
a imaginar su aroma, algo en realidad complicado por la dificultad para llegar
a ellas, tratar de tocarlas, olerlas o sentirlas; si lo piensa, cuando más
cerca estamos es al volar atravesando un banco y viéndolas a través de una
ventanilla que, por supuesto no se puede abrir. Nuestro gozo en un pozo.
¿Hay una respuesta simple a esta cuestión?
Aunque consciente de la dificultad de dicha respuesta y mucho menos que ésta sea simple, dados el contexto y naturaleza de esos componentes blancos que se encuentran en el cielo y a los que llamamos nubes, la “ciencia popular” tiene una especie de creencia para este, en principio, misterio sin resolver para mucha gente.
Uno según el cual las nubes son
vapor de agua, H20
(g), es decir agua en estado gaseoso,
que flota en el aire, de modo que en el hipotético
caso de sacar la cabeza por la ventanilla del avión de
más arriba, o experimentar esa sensación al aire libre a través de otro medio,
cuando pasamos a través de una nube, percibiríamos la humedad y el frío propio
de esas alturas.
De ahí que exista la leyenda urbana de que las nubes huelen a humedad, es más, dado que no es nada fácil subir tan alto como para adentrarse en el interior de una nube, sin poner en peligro nuestra integridad, hay quien asegura que las nubes huelen como la niebla, a humedad, ¿es esto así? ¿qué experiencia tiene usted? ¿a qué le huele la niebla?
La mentira de la verdad
Para empezar, uno de los mitos
que conviene desmentir es que las nubes no están compuestas sólo por vapor de
agua como se suele creer, y que por desgracia viene recogido en la definición
del DLE, lo que no ayuda precisamente a deshacer el entuerto.
Es esta simplificación la que
induce a creer que las nubes huelen como el agua sin caer en la cuenta que,
como aprendimos en los tiempos escolares, el agua es un compuesto químico incoloro, insípido e inodoro, es decir, no tiene ni color ni sabor ni olor. O
sea, las nubes no huelen a nada.
Esa es la conclusión a la que llegamos en esta primera aproximación si, tal como dice el diccionario, las nubes están compuestas de diminutas partículas de agua y cristales de hielo, sustancias que carecen de olor ¿Pero es esto así? ¿Qué dice la ciencia al respecto? (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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