Hielo, nieve y agua. Coda

(Continuación) Esto dicho para el caso de que no continúe nevando, porque si lo hace es evidente la conveniencia de haber retirado antes toda la nieve posible acumulada en las diferentes superficies. Con la nevada aumentará la cantidad de materia y con ella su peso y el peligro de afectar a la estructura del edificio, pudiendo llegar incluso a producir su hundimiento.

Resumiendo, para poder ciencear (ciencia de andar por casa) con esto del agua la nieve y el hielo, hemos de tener en cuenta entre otros factores: tres magnitudes de la materia -dos extensivas, masa (o peso, admitimos por ahora pulpo como animal de compañía) y volumen, y una intensiva, densidad-, y el fenómeno termodinámico de cambio de estado, de líquido a sólido (nieve o hielo).

Cienceando

Y de la combinación de ellos deducir que, si tenemos un litro (1 L) de agua líquida pesará un kilogramo (1 kg), una masa que cuando se convierta en nieve seguirá pesando un kilogramo (1 kg), exactamente lo mismo que cuando se transforme en hielo.

1 L agua  ≡ 1 kg agua  = 1 kg nieve  =  1 kg hielo

No en vano el estado de agregación en el que se presenta un material cualquiera, no influye en su cantidad de materia o masa. Como bien sabemos la diferencia la tendremos en la cantidad de espacio que ocupe o volumen que, en el caso que nos trae, será mayor, y en su densidad que será menor.

Claro que el experimento también se puede contar de otra forma. Si lo que tenemos es un kilogramo (1 kg) de agua líquida, éste ocupará un volumen de un litro (1 L), que pasará a ser de diez litros (10 L) cuando se convierta en nieve, y de uno coma cero nueve uno litros (1,091 L) cuando lo haga a hielo.

1 kg agua  ≡ 1 L agua  = 10 L nieve  =  1,091 L hielo

Un aumento de volumen (de líquido a hielo) del que a veces por desgracia tomamos conciencia cuando nos olvidamos alguna botella con líquido en el congelador del frigorífico. El que esté libre del ‘pecado de olvido’ que levante la mano.

Coda gélida

No se lo había comentado, pero a lo largo de los días transcurridos desde que empezamos con esta saga del agua en los tres estados, no han dejado de llegarme interesantes preguntas al respecto, en realidad un aluvión de ellas, de modo que he abierto un apartado para el listado de algunas que he denominado, ya lo ve, ‘Coda gélida’. El adjetivo por razones obvias que no merecen más atención y el sustantivo porque lo leí en uno de los últimos libros que reseñé y me gustó.

Coda, una palabra polisémica con la acepción cuasi obsoleta de cola o añadido final, que aún se utiliza en música como adición al final brillante de una pieza, o en métrica como versos que rematan a ciertos poemas. Dicho lo cual, éste es el listado de mi coda gélida: ¿Qué es el hielo seco? ¿Qué es más peligroso tener en la terraza, hielo, nieve o una piscina con agua? Si el estado sólido es más denso que el líquido, ¿cómo es posible que la nieve y el hielo no lo sean? (Continuará)

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