(Continuación) Igualmente no se debe tocar la
ampolla de la lámpara halógena con
los dedos, pues la misma grasa presente en la piel al calentarse puede dañar el
cuarzo (lo desvitrifica), llegando a
estropearla.
De ahí que algunas de ellas vayan recubiertas de otra ampolla de cristal para permitir su manipulación
directa.
e) En lo que respecta al tono de
la luz, y como todas las incandescentes, la halógena cuando se enciende produce
un espectro continuo, que va desde
el infrarrojo profundo (a temperaturas
bajas) hasta el violeta(a
temperaturas altas) como es el caso,
de modo que el espectro de las halógenas se desplaza hacia el azul por lo que de estas bombillas se
dice que pertenecen al grupo de las luces
frías.
De la
prohibición halógena
Dentro de esa directiva de la UE (EC 244/2009), que de forma general y
progresiva pretende mejorar la eficiencia energética en muchos aparatos
eléctricos (electrodomésticos y no) como son: calderas, lavadoras, ordenadores,
frigoríficos, etcétera, se encuentran las bombillas.
Y de las que se han ido prohibiendo las menos eficientes y más contaminantes,
como las incandescentes clásicas y
las fluorescentes, a fin de garantizar
una reducción del uso de energía y
evitar impactos ambientales negativos. Y tras ellas le tocó el turno a las halógenas, aunque a éstas dicha
prohibición se produjo en dos pasos.
Primero fueron prohibidos en el 2016 los focos halógenos GU10, y a primero de este septiembre de 2018 lo han
sido las bombillas, cuya producción
está vetada para la mayoría de usos, pero no de todos, de modo que se siguen
fabricando halógenas.
La prohibición afecta a las bombillas de estilo clásico, con exterior de
cristal, que funcionan sin necesidad de un transformador
y emiten luz en todas las direcciones. Son las típicas lámparas con forma de
pera y, salvo error u omisión por mi parte, la restrictiva normativa actual
afecta a todas las halógenas omnidireccionales de casquillo de rosca grueso
(E27) y fino (E14), y a algunas no direccionales con casquillos de enchufe (G4
y GY6.35).
Y las que estan exentas por ahora son todas aquellas para las que la
tecnología LED o cualquier otra
alternativa luminaria no está disponible aún. En este grupo se incluyen las
bombillas G4, G9 y R7, que se utilizan en algunos hornos y campanas extractoras,
y junto a éstas también están exentas las lámparas direccionales y las
destinadas a los automóviles.
Un escalonamiento temporal de dos años que nos lleva a preguntarnos: ¿Por
qué se ha hecho así y ahora?
¿Por qué
se ha hecho así y ahora?
Como ya adelantamos la actual prohibición de las bombillas, en teoría, estaba
prevista para septiembre de 2016 al igual que la de los focos, pero en la práctica a ellas las tuvieron que aplazar por dos
años. (Continuará)
1 comentario :
Muy agradecida por la informacion. Saludos
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