¿Por qué este mes se llama septiembre? Vaya por delante que los nombres de todos
los meses tienen raíz latina aunque con una diferencia categórica entre ellos.
Mientras el de los ocho primeros -de enero a agosto- proviene del de dioses
romanos o dirigentes como Julio Cesar
o Augusto, los cuatro restantes -septiembre,
octubre, noviembre y diciembre- lo tienen por una mera cuestión de orden.
Etimológicamente septiembre proviene de ‘septem’
(siete en latín) porque era el séptimo del primitivo calendario romano que sólo constaba de diez (10) meses y empezaba
en marzo, hasta que el rey Numa Pompilio
para adaptarlo al año solar le
agregó dos meses al principio: enero y febrero.
Así que, aunque es el mes nono del año en el actual calendario gregoriano, sigue conservando su originaria denominación
de séptimo, y no se ha convertido en noviembre que es el que le correspondería
como ordinal. Un lío, lo sé, pero qué quieren. Estas cosas pasan.
Dedicado a Vulcano, nada menos
que dios del fuego y los metales, era hijo de Júpiter y Juno y marido de Venus, o
sea de lo mejorcito del Olimpo. Bueno, pues a pesar de tan astronómica y divina
genealogía, se le suele representar en diferentes escenas de la humana y
terráquea vendimia.
De manera que de dios inmortal y olímpico, a humano mortal y vitivinícola.
Es lo que tienen los calendarios, que como algunos programas “salvadores” de
televisión, te vulgarizan. Por cierto y hablando de lío, ¿cómo se escribe,
septiembre o setiembre?
He tirado de DRAE y en él que leo
que ambas formas, con la letra “p” y sin ella, están consideradas como
correctas si bien a la primera, septiembre, se la tiene como más culta y
correcta desde el punto de vista ortográfico, y a la segunda, como una opción
más popular o vulgar pues no en vano se pierde la información etimológica de la
palabra.
En realidad el uso de las dos grafías sufrió un viaje de ida y vuelta. En
principio la forma tradicional de la palabra, escrita y hablada, era setiembre sin
embargo, en 1739, en el último volumen de su ‘Diccionario de Autoridades’ la RAE introdujo la latinizante septiembre.
Se trata de un caso claro de influencia de la escritura en la pronunciación
que con el tiempo, la universal e inexorable ‘ley de la economía’ invirtió pues,
debido a la difícil pronunciación del grupo de consonantes “pt”, se empezó a producir
un debilitamiento articulatorio de la “p”, que condujo a su elisión o
supresión. Primero en el lenguaje hablado, después en el escrito y de ahí a su
incursión en los diccionarios.
Y para acabar una frase con trampa: “Septiembre es bueno, si del uno al
treinta pasa sereno”.
[*]
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y cursiva, si desean ampliar
información sobre ellas.
[**] Esta entrada apareció publicada el 07 de septiembre de 2018
en la página 12 (cambio de ubicación) del semanario Viva Rota, donde también la pueden
leer.
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