Resalto lo de siempre porque, para ello, se tendría que cumplir que además los Juegos Olímpicos, los modernos, empezaran también en un año bisiesto.
Ya hemos adelantado en otra entrada que los antiguos griegos, los autores de este invento, empezaron a organizarlos en la ciudad de Olimpia, allá por el siglo VIII a.C.
Veintinueve (29) siglos por tanto nos contemplan.
Estaban dedicados al dios Zeus y tuvieron lugar entre los años 776 a. C. y el 393 d. C. Por lo que transcurrieron durante mil ciento sesenta y nueve (1169) años, más de once (11) siglos.
Lo que no está nada mal. Pero…
¿Cuándo empezaron los modernos Juegos Olímpicos? ¿Cuántos años llevan existiendo?
La historia nos cuenta que los actuales Juegos Olímpicos nacieron en el siglo XIX, inspirados en aquellos que se organizaron en la Antigüedad. Y con una intención parecida. La de celebrar de forma periódica unos eventos deportivos multidisciplinarios, en los que participaran atletas de todo el mundo y que ayudaran a establecer y potenciar acuerdos de amistad entre los países.
De hecho, el símbolo olímpico consiste en cinco anillos que representan los cinco continentes del mundo: África, América, Asia, Europa y Oceanía. Y están entrelazados para representar así la amistad deportiva de todos los pueblos. Toda una declaración de intenciones.
Destacó en la gestación y realización de esta extraordinaria idea el pedagogo, historiador y noble francés Barón Pierre de Coubertin (1863-1937).
La expuso de forma pública, por primera vez, en un congreso internacional que se celebró en la Universidad de la Sorbona en 1894. Tan solo dos años más tarde, en 1896, ya tenían lugar los primeros Juegos Olímpicos modernos, que en honor a sus creadores se celebraron en Grecia. Todo un detalle.
Podemos ya por tanto dar respuesta también al segundo de los interrogantes que nos hacíamos. Una simple operación aritmética nos dice que llevamos sólo 116 años de juegos modernos, poco más de un siglo. Bastante lejos de los, casi, doce siglos de los griegos.
El resto es historia. Porque ya tenemos la clave para responder a nuestra segunda condición.
Condición suficiente: que los primeros JJOO cayeran en año bisiesto
Si los juegos modernos empezaron en 1896, por la norma juliana sabemos que ese año fue bisiesto ya que sus dos últimos dígitos 96 son múltiplo de 4. Ergo se cumple la segunda condición, la suficiente. Que estos primeros juegos sucedieran en año bisiesto. Y junto con la primera, la necesaria, que tengan el mismo periodo, estamos capacitados para afirmar que sí.
Años bisiestos y Juegos Olímpicos vienen siempre de la mano. Quod erat demonstrandum (qed).
O lo que es lo mismo “lo que se quería demostrar” o “como queríamos demostrar”, traducción de la locución latina o latinajo que les he puesto más arriba.
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