Y ya que va de frases y locuciones latinas, no me resisto a comentarles un par de ellas relacionadas, claro, con la cuestión deportiva que nos trae estos días olímpicos. La primera, seguro que se la imagina, es la famosa frase del barón.
La que ha llegado hasta nosotros como “Lo importante no es vencer, sino participar”. Una cita que tiene su pequeña intrahistoria. Si lo desean se la cuento.
“Lo importante no es vencer, sino participar”
Atribuida al pedagogo e historiador francés Barón Pierre de Coubertin (1863-1937) y asociada con la competición deportiva, en realidad, ni la expresó así y, lo que es peor, ni siquiera la idea original fue suya. Al parecer lo que dijo el padre del movimiento olímpico moderno fue: “Lo importante en los Juegos Olímpicos no es ganar sino participar. Porque lo esencial en la vida no es conquistar sino luchar bien.”.
La pronunció en un discurso el viernes 24 de julio de 1908, durante los Juegos Olímpicos que se celebraron, precisamente, en Londres, como los que actualmente tienen lugar.
Como pueden observar de su lectura, la frase nos ha llegado algo modificada y reducida, como suele suceder en estos casos. Siempre en favor de la economía de esfuerzos, sean del tipo que sean. Ya saben, una ineludible ley universal de la naturaleza. O cuando menos es más.
Pero, aun así, sigue transmitiendo una parte importante de los ideales olímpicos y de la superación humana.
Les decía también que, en realidad, no se le había ocurrido a él. Y es así. Nuestro hombre parafraseó algo que había escuchado tan solo unos días antes. Justo el domingo 19 de julio de 1908.
Fue en la catedral de San Pablo, en el sermón que tuvo lugar en el servicio que ese día se celebraba y al que estaban invitados todos los atletas y personal de los juegos.
Lo dio el obispo de la Iglesia Episcopal de Pensilvania, Ethelbert Talbot (1848-1928), y su cita era mucho más extensa y sin interés para la entrada, por lo que se la ahorro. A veces más es menos.
“Citius!, Altius!, Fortius”
Esta es la segunda de las frases que les traigo y es probable que no se la esperara como la primera. Se trata de una expresión latina, un latinajo, que significa “¡Más rápido, más alto, más fuerte!”. Gramaticalmente formada por el comparativo de los adjetivos latinoa citus, altus y fortis, simbólicamente es una llamada a dar lo mejor de uno mismo y vivir ese esfuerzo, como si ya fuera una victoria.
Sin tener que esperar al resultado. De modo, que no hay que ser necesariamente el primero, para sentir que se ha ganado. Sin duda es un buen lema olímpico.
Y así fue como lo propuso Pierre de Coubertin, en esa presentación que hizo de los Juegos Olímpicos en 1894, en la Universidad de la Sorbona y de la que ya les he hablado.
Un magnífico lema y un buen momento para presentarlo, mas con un pero que ponerle. Por lo que sea, la expresión no caló en el público. Aunque, eso sí, la podemos ver en los reversos de las medallas olímpicas. Estas cosas pasan.
Y ya en el terreno personal, nosotros debemos ponerle otro pero a la frase de marra que empleó nuestro hombre. La frase tampoco era suya. Vaya por Dios. Estas cosas pasan también.
La autoría de dicha frase es de Henri Didon, un sacerdote dominico que en 1891, siendo director del Liceo Alberto Magno d 'Arcueil, dio un discurso en el que instaba a sus estudiantes a la práctica de los deportes.
Y lo hizo con estas tres palabras, “Citius, altius, fortius”, “¡Más rápido, más alto, más fuerte!”. (Continuará)
1 comentario :
Quitando la primera parte no me parece que sea para este blog
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