jueves, 27 de octubre de 2011

¡La chatarra espacial ataca de nuevo!


Con una diferencia de tiempo de apenas un mes, nos hemos enterado de que un nuevo artefacto espacial del cielo ha caído y nadie sabe dónde ha sido.

Una noticia preocupante ¡Cuidado con el cielo!

Del primero seguro que aún se acuerdan. Un satélite de nombre UARS, con casi 6 t de masa y grande como un autobús que se precipitó sobre la Tierra el pasado 24 de setiembre. 

Claro que el 90% de su masa se desintegraba al entrar en contacto con la atmósfera.

Afortunadamente cayó en el Océano Pacífico Norte, sin que ninguno de los trozos que atravesaron la atmósfera provocara daño alguno. Fue, como quien dice, un splash espacial.

El segundo vehículo en órbita que ha caído sobre la Tierra, lo hizo en la madrugada del pasado lunes. En esta ocasión se trata de un observatorio astrofísico alemán llamado ROSAT, cuya misión era realizar observaciones del universo en el rango espectral de los rayos X.

Sin embargo, aunque más pequeño que el UARS, tenía tan sólo 3 t de masa, podría haber resultado más peligrosa su caída, debido al espejo de 1,7 t del que estaba provisto. 

Construido con materiales resistentes a las altas temperaturas, podría haber resistido la reentrada sin vaporizarse totalmente y alcanzar la superficie terrestre con el consiguiente peligro de impactarnos.

Por fortuna su reentrada en la atmósfera también se ha realizado sin provocar daños conocidos. Digo conocidos porque aún no se sabe dónde ha caído. Se estima que unos 30 trozos han podido estrellarse en el sudeste asiático. Pero lo cierto es que nadie sabe dónde están. Lo que resulta inquietante.

Se trata de algo más de 1 t de masa chocando contra la tierra a una velocidad de 450 km/h. Demasiada energía como para no tenerla controlada. Como para no tener cuidado de que le caiga a uno encima. Precaución.

Una sensación de peligro que resulta mayor dada la incertidumbre que tenemos a la hora de conocer la trayectoria de estos vehículos espaciales desorbitados. 

Es uno de los nuevos peligros de la humanidad. El ataque de los satélites chatarra.

Un peligro que nos viene de arriba. Se trata de un nuevo tipo de contaminación, la contaminación espacial. Una más que añadir a la química, acústica, física, lumínica, nuclear, etcétera.

Y es que hemos convertido el espacio en nuestro particular basurero de vehículos espaciales. Se la conoce como basura espacial. Pero, ¿qué es la basura espacial? ¿Qué significado tiene esta expresión?


2 comentarios :

Anónimo dijo...

Me gusta como escribe

un seguidor dijo...

Hecho en falta algún vídeo sobre ambos satélites