
Desde el punto de vista químico, la lejía es un compuesto químico de nombre hipoclorito de sodio y fórmula NaClO, aunque en estado sólido se suele presentar en forma de sal pentahidratada, NaOCl • 5 H2O.
Fue sintetizado por primera vez en 1785 por el químico francés C. L. Bertholet, que lo bautizó como 'agua de Javel'. Una especie de homenaje al nombre del barrio periférico de Paris, donde la obtuvo por primera vez, Javel.
Aunque la verdad es que se la conoce más por algunos de sus nombres comunes o vulgares, a saber: lejía, cloro, agua lavandina.
Por su naturaleza y estructura es un fuerte oxidante, barato de obtener y con un amplio espectro de aplicaciones por tanto.
Algunas aplicaciones
Con posterioridad se descubrieron sus propiedades como desinfectante, por lo que pasó a utilizarse en medicina.
Su aplicación genérica (material quirúrgico, camas, prendas, manos, heridas, etc) redujo el índice de mortalidad al 50%. Un avance sustancial.
Poco faltaba para que el también químico francés Louis Pasteur, a finales del siglo XIX, asociara los microbios con la causa de las infecciones y lo relacionara con las propiedades antisépticas de la lejía.
Fue un momento de máximo reconocimiento social para ella. Gracias a sus propiedades como activo agente antiséptico, los microorganismos causantes de las enfermedades, podían ser eliminados. Un salto importante para el hombre.
Otros usos
Y no quedan ahí sus aplicaciones. Por ejemplo, en dosis adecuadas, se emplea mucho como oxidante en el proceso de potabilización del agua. También se utiliza en las líneas de envasado de la industria agroalimentaria.
Y por supuesto la tenemos en nuestros hogares, en forma de disolución. La del bote que he visto en casa, tiene una composición de cuarenta gramos de hipoclorito por litro de disolución (40 g/L).
Una dilución que la hace aplicable para prácticamente casi todo, gracias a su poder fungicida y bactericida.
La usamos para la desinfección de toda clase de componentes: suelos, baños, cocinas, cerámicas, sanitarios. Y hasta para la desinfección de verduras y hortalizas. Una maravilla.
Pocos dudan en afirmar que la lejía es uno de los más económicos, potentes y eficaces germicidas, de amplio espectro, descubierto por el hombre. Puede ser.
“Que la he liado parda, ¿sabes?”
Como seguro sabrán, el hipoclorito de sodio también se utiliza como desinfectante en las piscinas. En el caso de esta aplicación no debemos olvidar que, en disolución acuosa, esta sal sólo es estable a pH básico. Precaución.Al acidular en presencia de cloruro, tiende a liberar cloro (Cl
Provocó una nube tóxica de cloro gas, al mezclar por accidente e ignorancia dos productos para el tratamiento del agua. Uno de ellos nuestra lejía, el otro el ácido clorhídrico.
3 comentarios :
esta guay lo de la bañista
Me pasó a mi (7 abril 2011)el mismo accidente. El fontanero, sin yo saberlo, hechó unhya botella de agua fuerte e una tuberia para desatascarle. Yo, para hacer lo mismo, eché una botella de lejia. Tuvimos que desalojar unhas horas el piso. Soy químico.
A mí en las paredes me dura muy bien un mes por lo menos eso que tengo pintura fungicida anticondensacion y anticalorica
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