martes, 20 de octubre de 2009

Candados del amor

Es seguro que no les digo nada nuevo, y que ustedes no sepan ya, si les comento lo que es un candado.

Esa cerradura portátil e independiente contenida en una caja metálica y que se utiliza como dispositivo de seguridad cuando las puertas donde se pone, no permiten colocar una cerradura normal.

Como también es seguro que sabrán, que su gran demanda por parte del público radica no sólo en que resulta más barato que una cerradura normal. O en que es muy fácil de utilizar, máxime cuando necesitamos emplear en el cierre, por ejemplo, cadenas de acero.

Sino porque, además, tienen una amplia variedad de aplicaciones cotidianas, que por supuesto, no es necesario que yo les enumere en este momento.

Igualmente no desconocen que los candados están realizados en diferentes materiales metálicos. Así los hay construidos en hierro, bronce, acero, acero laminado, latón, etc. O sea lo que podríamos llamar la química candadil.

Y que para abrirlos se utiliza, bien una llave normal que suele ser de acero, o bien una combinación. A veces estos candados permiten, para mayor seguridad, reprogramar la combinación cada vez que se utilizan. Vamos, su física.

¿Quién inventó el candado?
Lo que no es tan seguro que sepan es lo que les voy a contar ahora: ¿quién inventó el candado? Este utensilio casi tan antiguo como el hombre. Bueno, algo menos.

Pues la verdad es que lo ignoramos. Sólo sabemos que ya eran conocidos por griegos, romanos, egipcios, y otras culturas del lejano Oriente, incluyendo la china. Pero naturalmente se ignora al autor del invento.

Otra cosa bien distinta es lo que podemos decir del autor de la patente.

Obra en poder de Harry Soref, fundador de la empresa Master Lock Company en 1921, que patentó un tipo de candado, basado en el que, a finales del siglo XVII inventó, fabricó pero no patentó el escandinavo Christopher Polhem.

De toda la vida se ha dicho que en los negocios, el que no corre vuela. Y una cosa es inventar y otra patentar.

Lo último en candados
Y por último, para acabar, le hablo de una última, ultimísima, aplicación del clásico candado aquí, en Sevilla. Ni se la pueden imaginar. Pues bien, ahí va. Consiste en que las jóvenes parejas escriben sus nombres en ellos, lo cierran en las barandillas del Puente de Triana y tiran la llave al rio Guadalquivir con las manos unidas.

Es como un símbolo de su unión. Un ritual amoroso que en Sevilla nunca se había visto antes ¿De dónde proviene esta moda de los candados del amor? ¿Quién la ha traído? ¿Cuál es el origen de la misma?

Respecto a la primera pregunta he de decirles que todo apunta a que viene de Roma. De otro puente, éste sobre el rio Tíber. Su nombre Ponte Milvio, el más largo y antiguo sobre el rio y que fue mandado construir por Nerón, allá por el 206 a.C.

Aunque en honor a la verdad hay que decir, que el que existe en la actualidad es más reciente, del año 1429.

Así que del puente Milvio romano al sevillano Puente de Isabel II.

Por lo demás, para los romanos, lo del candado significa lo mismo que aquí.

Es la misma prueba de amor, sólo que ellos lo hacen de forma diferente. Cierran sus candados sobre las farolas del puente, en vez de hacerlo en las barandillas. La química del amor. (Continuará).

2 comentarios :

María Gómez dijo...

Algo había oido de esta historia. me ha gustado.

Anónimo dijo...

En cuanto pueda pongo uno