viernes, 4 de octubre de 2024

¿Cómo sabemos de qué están hechas las estrellas?: Fraunhofer

(Continuación) Una especie de positivo y negativo fotográfico, que con posterioridad serían llamados espectros de absorción y de emisión, todo un descubrimiento, pero no nos adelantemos que primero es lo que va antes.

Antes digo porque quien sí mostró más interés por las bandas negras espectrales de la luz solar fue un industrial bávaro del vidrio, Joseph von Fraunhofer (1787-1826), quien al observarlas pensó que su estudio y conocimiento le podría servir para mejorar los cristales que fabricaba, así que decidió investigarlas.

Prontuario astrofísico: Fraunhofer y el espectrómetro

Para ello construyó en 1814 el primer espectrómetro del que tenemos noticia, un aparato especialmente diseñado para separar los colores espectrales y mostrar las líneas negras insertas entre ellos, y con él descubrió que había muchísimas más de las siete de Wollaston.

Él mismo, con su equipo de lentes, llegó a observar más de seiscientas de estas finas rayas oscuras que pasaron a ser conocidas como rayas de Fraunhofer y a las que midió sus longitudes de onda (λ). En ellas parecía como si la luz de esos colores hubiera sido absorbida, de hecho, murió convencido de que las líneas espectrales, tanto las negras como las brillantes, eran una propiedad intrínseca de la luz.

Pero no supo (no podía saberlo) dar el paso definitivo para convertir el espectrómetro en la herramienta de primer nivel que terminaría siendo tanto para la química como para la astronomía, no, aún no tocaba.

Sin embargo, en la actualidad, no pocos son de la opinión que este aparato tuvo para la espectrografía la misma importancia que el telescopio de Galileo para la astronomía, la balanza para la química o el microscopio de Zacharias Janssen para la biología. Lo que puede ser.

Alrededor de 1835 y posteriores

Ya le he escrito acerca de la obra de Comte, Cours de philosophie positive de 1835, prácticamente el mismo año en el que un joven naturalista inglés Charles Darwin (1809-1882) vivía el terremoto de Chile, mientras realizaba el archiconocido viaje de casi cinco años (1831-1836) a bordo del no menos famoso Beagle.

Se empezaba a germinar la teoría de la evolución, una revolucionaria idea sobre la evolución biológica a través del mecanismo de la selección natural, aunque aún faltaba un cuarto de siglo para que apareciera negro sobre blanco El origen de las especies de 1859. Ciento sesenta y cinco años ya desde entonces, centésimo sexagésimo quinto (165.º) aniversario pues.

Y de la física, ni que decir tiene que seguía bajo la omnipotencia de las ideas mecánicas de Isaac Newton (1643-1727) y el determinismo científico de su continuador Pierre-Simon Laplace (1749-1827). (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.