(Continuación) De un lado no siempre acierta o es (muy) cuestionable lo que afirma, y del otro resulta que muchas de las que se le atribuyen, no lo son. Algunas son completamente falsas, otras versiones modificadas, estotras pertenecen a terceras personas y, de esotras, no hay constancia de que se pronunciaran alguna vez.
Dicho lo cual, vamos con una pequeña selección de
ellas y -dado que se trata de uno de los científicos más citados de todos los
tiempos, y que muchas de sus supuestas frases en realidad poco tienen que ver
con lo que él dijo- ¡Cuidado cuando cite!
«Si las abejas desaparecieran de la faz de la
Tierra, a los humanos sólo les quedarían cuatro años de vida». Por su redacción la frase tiene contundencia y sin duda, se trata de
una potente llamada de atención sobre la importancia de los insectos
polinizadores, de la biodiversidad en general.
Así que hasta ahí bien. Tan solo le veo un par de inconvenientes. De entrada, no tiene en cuenta que, además de las abejas, hay miles de especies de insectos que también realizan la polinización. O sea.
Y dos, no hay el menor rastro de que la pronunciara Einstein.
De hecho, el primer registro de la misma data de finales del pasado siglo XX,
en concreto de 1994 (el físico murió en 1955), en el contexto de una protesta
de apicultores en Bélgica donde alguien, en una nueva y maleva aplicación del
fin justifica los medios, pensó que vendría bien utilizar al genio. O sea que
no.
«Hay dos cosas que me admiran: el cielo estrellado
fuera de mí y el orden moral dentro de mí». Este interesante pensamiento no
es suyo y tampoco nunca lo pronunció, aunque se le atribuya. En realidad, la
cita le precede en más de un siglo, es del filósofo alemán Immanuel Kant
(1724-1804), y aparece en un pasaje de su obra Crítica de la razón pura
de 1788, donde viene a decir: “Dos cosas llenan el ánimo de admiración y
respeto, siempre renovados y crecientes, cuanto más frecuente y continuamente
reflexionamos sobre ellas: el cielo estrellado sobre mí y la ley moral dentro
de mí”.
«Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes». No, tampoco es suya al no existir la menor de las pruebas de ello. Por lo que tengo averiguado, a lo largo del tiempo y también por error, se le ha atribuido a los archiconocidos estadounidenses Benjamin Franklin (1706-1790) y Mark Twain (1835-1910) pero no, es más de lo mismo.
Al parecer, tiene bastante visos de certeza que la
fuente original sea la novela de 1983 Sudden Death [Muerte súbita], de
la también estadounidense y prolífica escritora Rita Mae Brown (1944).
Eso al menos afirma la página ‘The Ultimate Quotable’, aunque por lo ya
apuntado no podemos excluir que fuese utilizada antes e incluso que apareciera
en boca del alemán con anterioridad a la publicación del libro.
Dos apuntes para ir acabando. La cita es referida de
manera profusa en determinados contextos -sobre todo políticos, donde suele causar
sensación-, y no me pregunten el por qué pues se me escapa. Por otro lado, ya
sabe que no soy experto en el asunto, es el segundo apunte, tengo para mí que
tampoco es esa la definición de locura, ¿o sí? ¿cómo lo ve? (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
3 comentarios :
¿Está seguro que no dijo lo de las abejas?
¿Dijo Einstein aquello de: ‘Hay dos cosas infinitas, el universo y la estupidez humana, y del primero no estoy seguro’? Gracias.
¿Dijo Einstein aquello de: ‘Hay dos cosas infinitas, el universo y la estupidez humana, y del primero no estoy seguro’? Gracias.
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