(Continuación) Visto en perspectiva, todo es una cuestión de eficacia y supervivencia animal, que se resuelve por el mecanismo de selección natural del proceso evolutivo y según el cual no sobrevive el espécimen más fuerte, craso error interpretativo, sino “el que mejor se adapta al entorno”.
Es lo que nos dice la teoría de la evolución biológica del naturalista inglés Charles Darwin (1809-1882), publicada en su libro El origen de las especies de 1859.
Sabia
naturaleza
Y en el diseño de los cerebros, por lo observado, la
naturaleza juega a dos barajas, como con dos factores: uno, naturalmente, es el
tamaño y en principio un mayor volumen implica más número de neuronas,
lo que juega a favor; y otro, una distribución de las mismas en diferentes
zonas del cerebro lo que supone más conexiones entre ellas, que también.
Y hete aquí que en el caso de los pájaros todo apunta a que la naturaleza se ha valido de los dos recursos. Le digo esto porque, aun con ciertas reservas en lo que respecta a una relación entre inteligencia y número de neuronas, es probable que algunas aves, a igualdad de células nerviosas en cierta región cerebral que los primates, tengan un poder cognitivo por gramo mayor que algunos de estos.
Es lo que hace unos años, en 2018, avanzaba un artículo
de SINC, precuela de los de Science del año pasado, y
según el cual, el aumento de la capacidad intelectual de un cerebro no solo
pasa por el de su tamaño.
Los cerebros de los pájaros muestran que, otra forma de
añadir neuronas es manteniéndolas pequeñas, conectadas localmente y permitiendo
que sólo un pequeño porcentaje de ellas crezcan lo suficiente como para
establecer más conexiones. De forma que los
pájaros tienen una densidad neuronal másica, más neuronas por gramo de
cerebro, que los primates. Ojo al dato.
‘El
ingenio de los pájaros’
Por si está interesado en el tema, el de más arriba es el título del libro publicado en 2017 por la divulgadora y ornitóloga estadounidense Jennifer Ackerman (1959), donde se condensan décadas de investigación acerca de los pájaros, así como numerosos e ilustrativos ejemplos.
Según un estudio publicado por la revista Proceedings
of the National Academy of Sciences -en el que se midió de forma
sistemática el número de neuronas en más de dos docenas de especies de pájaros,
desde el pequeño pinzón cebra hasta el emú de 1,8 m de altura-, estas
especies tienen una inteligencia asombrosa.
Por ejemplo, y en general, pueden reconocerse a sí mismos
en un espejo, fabricar y usar herramientas, emplear la intuición para resolver
problemas, hacer inferencias sobre relaciones causa-efecto y hacer planes sobre
necesidades futuras, por citar algunas. Unas habilidades que, hasta ahora, se
creían exclusivas de los primates.
A modo de aperitivo ahí tiene algunos ejemplos de los más curiosos: ¿Sabe que los cenzontles recuerdan cientos de canciones diferentes y que los cascanueces saben dónde escondieron las semillas seis meses antes? (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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