Habrá que saber escuchar.
Cierto consenso
Pero sobre lo que no existe duda alguna es acerca de una tendencia. La clásica técnica de la auscultación se irá perdiendo, es más, se está perdiendo ya.Es un hecho constatado que las nuevas generaciones de médicos son cada vez menos hábiles en la auscultación con estetoscopio. Y así lo demuestran, además, las pruebas realizadas.
En un reciente test sobre auscultación efectuado por médicos residentes, los resultados obtenidos muestran que sólo acertaron un sesenta por ciento (60 %) en su diagnóstico. Poco más de la mitad. Lo que es preocupante.
Y en un meta estudio realizado en Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña, los datos obtenidos demostraron que solo entre el veinte por ciento (20 %) y el veintiséis por ciento (26 %) de los médicos residentes, era capaz de identificar correctamente los sonidos cardiacos.
Una cuarta parte. Esto ya eleva el nivel y pasa a ser ocupante.
La razón es obvia. Les resulta más cómodo y fiable leer y ver, la información digitalizada que le ofrecen otros instrumentos más modernos. Natural.
También en los humanos impera la universal ley de la economía o del mínimo esfuerzo.
Al contrario de lo que nos dejó escrito Dürrenmatt, lo evidente no siempre es difícil de demostrar.
Preguntas en busca de respuestas
¿Será éste el principio del fin del reinado, doscientos (200) años le contemplan, del estetoscopio? ¿Cómo quedará este símbolo de la medicina moderna: antiguo u obsoleto? Por cierto, ¿correrá la misma suerte que la bata blanca?
¿Se cumplirá lo que hace unas fechas comentaba un editorial, según el cual el estetoscopio agoniza y corre un cierto peligro de terminar confinado en un museo de historia clínica?
¿Será sustituido por nuevos dispositivos de tecnología punta? Chi lo sa.
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