CALLE ABRIL

Aunque no lo crea, esta calle comienza en el interior de un bloque de vivienda, sorprendente pero es así. Y termina, esto ya es normal, en la avenida Sancho Dávila del barrio El Cerezo (41009), allá en el NO de la ciudad.

Abril es paralela a Marzo y la segunda de las tres calles que, en orden cronológico, con nombre de mes, existen en nuestro sevillano callejero.

Origen del nombre 

En principio, el origen de su nombre, hablo del mes, que es el cuarto del año en el calendario gregoriano y con treinta (30) días en su haber, en puridad, lo cierto, es que no se conoce con exactitud.

Unos lo relacionan con el verbo latino aperire ‘abrir’; de la supuesta forma aperilis, y asociado al hecho de que es en este mes, cuando empiezan a abrirse las flores.

De hecho el gran poeta Ovidio se unió a esta idea, pero lo dicho, carece de un fundamento etimológico que lo sustente. No obstante, el caso es que era llamado Aprilis, de donde deriva Abril.

Y no es ésta la única procedencia conocida para el nombre. También se ha propuesto como posible origen, el término griego aphrós que significa “espuma”.

Resulta que este mes estaba dedicado a la diosa Venus que, sabido es, nació de la espuma y cuyo nombre en griego, Aphrodíte, lleva incluida la palabra afros, es decir, espuma.

Pero lo cierto es que tampoco hay sustento etimológico para esta hipótesis. En definitiva, el origen de la palabra abril se ignora.

Algo que no podemos decir de la ubicación de la sevillana calle homónima porque, aparte de lo dicho, recuerde es paralela a Marzo, resulta que donde acaba, es justo donde comienza la tercera de las calles dedicadas a nombres de mes, me refiero a la calle Mayo.

Acerca del mes

Poco que decirles y que, seguro, no sepan.

Abril es un mes revoltoso y de bruscos cambios. Jornadas de auténtica primavera se alternan con otras de carácter invernal. A días cálidos, despejados y soleados siguen otros de chubascos, tormentas y frío en la noche.

Como dice el refrán “La llegada de Abril es primavera, que savia y sangre altera”. Pues eso.

Porque a lo largo del mes la luz solar aumenta en algo más de una hora y cuarto. Lo que unido a un gradual tiempo despejado, apacible y soleado hacen que suban las temperaturas.

Y con las subidas lumínica y térmica se desencadena el ritmo ascendente de savia y sangre.

Florecen los campos, aparecen las primeras aves emigrantes, vuelan los insectos, se muestran los reptiles y aumenta la puesta de huevos y la producción de leche animal. Síntomas todos del resurgir de la vegetación y la actividad animal.

Es la época del celo y el apareamiento de muchas especies. No les digo más.