miércoles, 13 de febrero de 2013

¿Se puede precipitar al suelo un ascensor?


No hace mucho cambiamos el ascensor en mi bloque de pisos. El que teníamos era de la penúltima década del siglo pasado, de modo que con treinta años de servicio ya le tocaba. Y con el cambio, a más de un vecino le asaltó un pensamiento.

“¿Mira que si lo que no ha ocurrido en treinta años, sucede con el ascensor recién estrenado? ¿No se irá a caer, verdad?”.

Pues eso, ¿se puede caer? 
Si quieren que les sea sincero, en honor a la verdad, le tengo hay que responder que sí. En esta vida, como poder, poder, hay muy pocas cosas imposibles. Esa es la verdad.

Pero también lo es, que hay otras muchas, muchas, que son muy poco probable que ocurran.


Y entre ellas está el que un ascensor se caiga al suelo por un defecto de construcción o de funcionamiento. Lo mismo que les digo una cosa, les digo la otra. Es muy, muy, poco probable.

Aunque en las películas de acción no sean pocos los ascensores que se desploman a lo largo de docenas de plantas. Y también estén los que se desintegran en una bola de fuego, al llegar a la base del hueco.

E, incluso, lo hagan acompañado de una o dos explosiones, lo que científicamente hablando es de lo más gratuito, dicho sea de paso.

Aunque esto sea así, les decía, en la ficción cinematográfica, por fortuna, en el mundo real los ascensores son algo más seguros. Bastante más.

Son tantos los dispositivos de seguridad con los que cuentan los ascensores modernos, que es prácticamente imposible que se produzca dicha caída. Veamos algunos.

Sistemas de seguridad: los cables del ascensor
Como casi seguro sabe, por lo general, es un sistema de polea y cables el que hace subir y bajar la cabina en la que vamos. Una cabina que discurre a lo largo de unos raíles de acero, instalados en el interior del hueco del ascensor.

Unos cables de acero, confeccionados por varios trozos bobinados uno alrededor del otro, para así estancar las consecuencias de su, más que, improbable rotura. Unos cables que son examinados periódicamente para comprobar cuál es su grado de desgaste.

Cables, les decía, porque los ascensores suelen llevar varios, de cuatro a ocho (4-8). De manera que, en el improbable caso de que uno de ellos cediera, los restantes seguirían sosteniendo el ascensor.

A decir verdad, un solo cable sería capaz de soportar el peso del ascensor.

Luego, por lo que toca a los cables, la cuestión está clara: no ocurriría nada si se rompiera un cable. O dos. O tres. O más, ya de la que va y para quedarnos tranquilos.

Pero claro la imaginación es libre. Y uno está en su derecho de plantearse, ¿y si se rompen todos los cables y al mismo tiempo?

Sistemas de seguridad: los frenos del ascensor 
Para tal emergencia entraría en acción otro dispositivo de seguridad del ascensor, un sistema de frenos, que anclaría la cabina en los raíles por los que se desplaza. Un dispositivo que se activa mediante un mecanismo que controla su velocidad, desacelerando gradualmente la cabina hasta detenerla.

En el caso de ascensores de largo recorrido, éstos disponen también de otros sistemas de frenados adicionales e independientes.

En su conjunto, ellos son los que desaceleran automáticamente la cabina, bien cuando ésta llega a la sección superior o a la base del hueco o, bien, cuando se interrumpe el suministro de fluido eléctrico.

Así que, como puede leer, es casi imposible que una cabina se caiga al suelo. Sin embargo, no le voy a ocultar que ha ocurrido. Quizás el caso más conocido tuvo lugar en 1945, cuando un avión B-25 colisionó contra el rascacielos neoyorquino Empire State Building, debido a la niebla.

Por suerte, en el ascensor, sólo viajaba una ascensorista llamada Betty Lou Oliver y además, en su caso, los kilómetros de cable que se soltaron a consecuencia de la colisión, hicieron de colchón que “suavizó” la caída.

Trato de decirles que Betty sobrevivió a una caída de setenta y cinco pisos. De hecho posee el récord mundial Guinness, de ser la persona que ha sobrevivido a una caída de ascensor desde más altura.

O sea que puede ser que un ascensor se caiga.

Aunque para ello sea necesario que un avión se estrelle contra el edificio. Lo dicho, no imposible pero sí poco probable. Lo que nos lleva a una segunda cuestión.

En ese improbable, pero desgraciado, caso, ¿qué hacer? ¿Qué hacer si vamos en un ascensor que se precipita hacia el suelo?


3 comentarios :

Anónimo dijo...

¿Qué hacer si se cae?

Diego Cáceres García dijo...

Estimado Carlos, existe un error en la información.

1.- Los sistemas paracaídas; incluso aquellos de accionamiento progresivo, suelen detener el ascensor casi en forma inmediata. De hecho, algunos usuarios pueden resultar lesionados producto del accionamiento de este sistema. Y es que obviamente evita la caída de la cabina.

2.- El amortiguador del pozo no está diseñado para detener el ascensor en una caída libre, muy por el contrario, su efecto es sobre el ascensor "controlado", cuando este excede el final límite inferior. De hecho, existe amortiguadores tanto para la cabina como para el contrapeso. Los más recientes (hidráulicos) además cuentan con una seguridad eléctrica que mantiene detenido el ascensor cuando este sobrepasa su recorrido, ya sea asentándose la cabina o el contrapeso en el amortiguador. Su operación no se restaura, salvo la intervención de técnicos calificados que regularizan la seguridad. Comúnmente ocurre esto, cuando los cables de acero por estiramiento natural "se alargan" pues como bien explicaste, van enrollados helicoidalmente sobre un alma de fibra. El estiramiento es natural y progresivo, debe ser controlado por la empresa mantenedora.

3.- Hay otras formas en que puede caerse un ascensor al vacío, por ejemplo: Que los puntos de suspensión colapsen. También aquellos que cuentan con poleas de re envío / también llamadas de suspensión, sobre la cúpula de cabina, pues ha existido casos en que los soportes de la polea colapsan y el ascensor (cabina) irremediablemente cae. Por supuesto, debería actuar el sistema limitador de velocidad y paracaídas; suponiendo que el mantenedor (empresa mantenedora) haga bien su trabajo, mantenga el contrapeso tensor del limitador en un ángulo que favoreza la tensión del cable de acero del sistema y tenga ojalá ese tensor una seguridad eléctrica para evitar el "cable flojo". Al respecto las normas habitualmente señalan algo como: "la ruptura o aflojamiento del cable del limitador de velocidad (cable flojo) debe ordenar la detención de la máquina mediante un dispositivo eléctrico de seguridad, el que se instala en la polea tensora de dicho cable"

En fin... se puede aportar mucho más, pero, sería un largo apartado...

Pdt. Muy bueno tu texto.

Un abrazo!

Diego Cáceres García.
Desde Santiago de Chile.

Carlos Roque Sánchez dijo...

Hola Diego.
Quedo en deuda por la extraordinaria aportación que hace a la entrada ascensoril.
Me encanta tener lectores como usted que nos enriquecen con sus conocimientos. Es todo un privilegio.
Hasta cuando quiera.
Saludos.