viernes, 22 de febrero de 2013

¿Casualidad o causalidad cósmicas?


Ya saben que los dos últimos y señalados sucesos astronómicos tuvieron lugar con apenas dieciséis horas (16 h) de diferencia.

Muy poco tiempo el transcurrido entre ellos para, dada su importancia, pensar en una casualidad física.

Ésa, al menos, es la opinión de algunos. Una coincidencia así no puede ser fruto del azar. De modo que ven en este sucedido otra relación, una más, entre causas y efectos.

Para ellos se trata de una causalidad física. Casualidad o causalidad, he aquí la cuestión.


¿Podrían las piedras caídas en los Urales (meteoritos), provenir de un fragmento desprendido del asteroide 2012DA14, y ser una especie de anunciador de lo que vendría horas después?

O por el contrario se puede descartar cualquier conexión entre ellos, y tratarse tan solo de un hecho azaroso.

¿Qué tenemos para apoyar esta primera hipótesis?

A favor de la causalidad física 
En principio no parece que falten evidencias cinemáticas que apoyen esta hipótesis. Veamos.

Ambos fenómenos son (a) relativamente lentos (módulo), lo que unido a determinadas (b) semejanzas en sus trayectorias (dirección), podrían hacer pensar que están relacionados.

Incluso la enorme distancia que los separa, del orden de cientos de miles de kilómetros, toda una contrariedad, podría ser explicada por (c) posibles fragmentaciones experimentadas por la roca.

Visto así. . Puede existir una conexión y ser las piedras rusas, fragmentos desprendidos de la superficie del asteroide.

Pero todos sabemos que las evidencias no son pruebas científicas. Y lo cierto es que, desde este punto de vista, no hay prueba alguna de que exista relación entre ambos sucedidos. Todo por tanto debe ser, sólo, fruto de la casualidad.

¿Con qué argumentos contamos para esta segunda hipótesis?

A favor de la casualidad física 
Para empezar habría que destacar que, constantemente, nos están cayendo cosas del cielo, escrito esto en el sentido más literal de la expresión. Quiero decir que de forma continua, (a) el polvo interplanetario cae sobre nuestras cabezas.

Luego las probabilidades de que se solape con otro hecho astronómico están ahí. No es que sus probabilidades sean grandes, pero ahí están. Es lo que podríamos llamar un indicio estadístico.

Por otro lado, si bien la dirección de las trayectorias de ambos es la misma, (b) sus sentidos de avance, sin embargo, son opuestos. Mientras que la del meteoro ruso era de norte a sur, la del asteroide fue de sur a norte. Un dato irrebatible. Una prueba científica.

Además, (c) las órbitas de ambos fenómenos tienen orientaciones diferentes. Otro dato. Otra prueba mecánica.

No. Ambos sucedidos no guardan relación alguna. No hay relación causa-efecto entre ellos. Se trata de algo muy, muy improbable, pero no imposible.

Sí, se trata de una casualidad. De una casualidad increíble. Conforme. De una gran casualidad. De acuerdo.

Pero de nada más. Porque, por supuesto que nadie esperaba que también cayera un meteorito, justo cuando lo que esperábamos era un asteroide. Nadie.

Resulta del todo increíble que hayan ocurrido el mismo día, con pocas horas de diferencia y, además, en una zona poblada para que nos pudiéramos enterar. Que ese es otro detalle a tener en cuenta en este breve análisis.

Pero qué quieren, estas cosas pasan. Increíble pero cierto.

Está claro. Sólo es casualidad, “cosas de la estadística”.

Aviso a navegantes (siderales)
No obstante, no debemos dejar suelto ningún fleco en este paño sideral que estamos tejiendo.

Aunque no sea uno de los cuerpos efecto del otro, o este otro causa del uno, sirva la coincidencia cósmica temporal de ambos cuerpos en las inmediaciones terráqueas, para llamar nuestra atención sobre la importancia que tiene buscarlos, localizarlos, seguirlos y estudiarlos.

¿Curiosidad científica? Sí, por supuesto. Pero también una razón de supervivencia de especie. No le quepa la menor duda. Acuérdense de los dinosaurios.

¡Ah! En la próxima entrega les diferencio asteroide, de meteoro, de meteorito, de….

Pero si les parece bien, será ya el lunes que viene. Más que nada por no cansar. Que lo poco gusta y lo mucho cansa.


3 comentarios :

un aficionado a la astronomía dijo...

Sencillo pero preciso y claro. me gustan estas entradas sobre la astronomía

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

Qué se dice meteoroide o meteroide?