No han sido ni una ni dos, las veces que el nombre de un modelo de coche ha motivado un malentendido. Así, más o menos de memoria, les voy a contar algunos si les parece bien.
El primero de ellos es más que probable que lo conozca. Se trata de un todo terreno de la marca Mitsubishi, que en principio se iba a llamar Pajero.
No me digan que el nombre del modelo, Pajero, no tiene sus connotaciones. Por supuesto que, por razones obvias, en España se le cambió. Fue rebautizado como Mitsubishi Montero.
El segundo que les ofrezco es también japonés, y volvió a crear una situación jocosa. Se trata del Nissan Moco.
El Moco representó la entrada de esta marca en el segmento de los minicoches en Japón. Una franja nada desdeñable económicamente hablando.
No debemos olvidar que en algunas ciudades de ese país, hay que acreditar tener una plaza de aparcamiento libre, para poder comprarse un coche nuevo.
A no ser que su longitud no exceda de 3,4 m y su motor de 660 cm3. Ya me dirán. De ahí la gran cantidad de coches pequeños que se venden.
Pues bien, por si fuera poco el nombre del modelo, una de las frases que utilizaron en la campaña de publicidad, tampoco es lo que podríamos decir moco de pavo. Con perdón por el chiste fácil.
El anuncio, dice así: “El Moco lo puede dejar en cualquier sitio”. Recuerden que es un minicoche y lo que les dije del problemón que tienen con el aparcamiento. Pero estarán conmigo que todo tiene un límite.
A la espera de que Kleenex dé un comunicado de prensa, por mi parte sin comentario. Bueno, sí. Como slogan del departamento de venta, peor hubiera sido éste de: “Sáquese un Moco con interés fijo”.
Por último, otro ejemplo de minicoche polémico, cómo no japonés, es un Mazda, el Mazda Laputa. Sí han oído bien: Mazda Laputa. Y por si fuera poco lo del nombre, y para estropearlo un poco más, está la campaña publicitaria que desarrollaron. Lean si no.
"Laputa ha mejorado su seguridad y ampliado su interior”. Se trata de una información que, bien entendida, es más que evidente agradecerán los potenciales clientes. A la vez que los tranquilizará.
O aquella otra. “El cuerpo de Laputa está diseñado para resistir impactos frontales”. Quiere decir que aguanta con lo que le echen. Bien pensado es lo esperable.
No quiero ni pensar en otras perlas publicitarias, que se les podría haber ocurrido a los comerciales, enfrascados en ese su oficio de vender.
Algo así como: “Vaya con Laputa a todas partes” o “Laputa: su mejor compañía en los viajes largos” . Bueno mejor no dar pistas.
No me puedo resistir a dejarles esta otra perla publicitaria, que me van a permitir que no la traduzca. Ustedes mismos: “Laputa remains at approximately the same price level”.
El primero de ellos es más que probable que lo conozca. Se trata de un todo terreno de la marca Mitsubishi, que en principio se iba a llamar Pajero.
No me digan que el nombre del modelo, Pajero, no tiene sus connotaciones. Por supuesto que, por razones obvias, en España se le cambió. Fue rebautizado como Mitsubishi Montero.
El segundo que les ofrezco es también japonés, y volvió a crear una situación jocosa. Se trata del Nissan Moco.
El Moco representó la entrada de esta marca en el segmento de los minicoches en Japón. Una franja nada desdeñable económicamente hablando.
No debemos olvidar que en algunas ciudades de ese país, hay que acreditar tener una plaza de aparcamiento libre, para poder comprarse un coche nuevo.
A no ser que su longitud no exceda de 3,4 m y su motor de 660 cm3. Ya me dirán. De ahí la gran cantidad de coches pequeños que se venden.
Pues bien, por si fuera poco el nombre del modelo, una de las frases que utilizaron en la campaña de publicidad, tampoco es lo que podríamos decir moco de pavo. Con perdón por el chiste fácil.
El anuncio, dice así: “El Moco lo puede dejar en cualquier sitio”. Recuerden que es un minicoche y lo que les dije del problemón que tienen con el aparcamiento. Pero estarán conmigo que todo tiene un límite.
A la espera de que Kleenex dé un comunicado de prensa, por mi parte sin comentario. Bueno, sí. Como slogan del departamento de venta, peor hubiera sido éste de: “Sáquese un Moco con interés fijo”.
Por último, otro ejemplo de minicoche polémico, cómo no japonés, es un Mazda, el Mazda Laputa. Sí han oído bien: Mazda Laputa. Y por si fuera poco lo del nombre, y para estropearlo un poco más, está la campaña publicitaria que desarrollaron. Lean si no.
"Laputa ha mejorado su seguridad y ampliado su interior”. Se trata de una información que, bien entendida, es más que evidente agradecerán los potenciales clientes. A la vez que los tranquilizará.
O aquella otra. “El cuerpo de Laputa está diseñado para resistir impactos frontales”. Quiere decir que aguanta con lo que le echen. Bien pensado es lo esperable.
No quiero ni pensar en otras perlas publicitarias, que se les podría haber ocurrido a los comerciales, enfrascados en ese su oficio de vender.
Algo así como: “Vaya con Laputa a todas partes” o “Laputa: su mejor compañía en los viajes largos” . Bueno mejor no dar pistas.
No me puedo resistir a dejarles esta otra perla publicitaria, que me van a permitir que no la traduzca. Ustedes mismos: “Laputa remains at approximately the same price level”.
1 comentario :
parece mentira que no caigan en esos detalles
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