sábado, 12 de noviembre de 2011

¿Es cierto que se han construido satélites artificiales con trajes viejos de astronautas?


En efecto. Es totalmente cierto.

Conocido como SuitSat, el traje satélite, se trata de una idea original del equipo ruso de vuelos espaciales: transformar los viejos trajes espaciales en satélites útiles.

El germen de la idea nació a primeros del 2006 y el 3 de febrero un astronauta a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI) lanzó a mano por la escotilla un viejo traje espacial ruso modelo Orlan-M.

El traje satélite
Relleno con ropa sucia el traje, perdón el satélite, iba equipado con tres baterías, un radio transmisor y un sensor interno para medir la temperatura y la carga de la batería.

La idea era que, mientras girara alrededor de la Tierra, transmitiría su estado y posición a la superficie terrestre. Y se podría recibir con cualquier receptor de radio que pudiera sintonizar en los 145.990 MHz o sea FM.

De modo que cualquier persona provista con un simple receptor de frecuencias de radio de la policía, o un equipo de radioaficionado, eso sí con una antena lo más grande posible, podría escuchar al traje espacial vacío que nos orbitaba.

Sin duda, éste del traje, es uno de los satélites más extraños de la historia de la era espacial. No está nada mal esta nueva vida para los viejos trajes de los astronautas rusos. Un buen reciclaje.

El mensaje que se podía captar empezaba con un “Este es SuitSat-1, RSORS”, seguido de un saludo pregrabado en 6 idiomas: inglés, francés, japonés, ruso, alemán y español.

Para continuar con los datos telemétricos: temperatura, carga de la batería y tiempo transcurrido de la misión. Y acabar con la transmisión de una imagen de televisión de baja frecuencia.

Incluso se organizó un concurso entre los estudiantes, premiando a los que descifraran el contenido del saludo, los datos telemétricos e identificaran la imagen.

Un concurso que duró más bien poco ya que el SuitSat dejó de emitir dos semanas después de su lanzamiento, debido a un fallo en las baterías. Siete meses más tarde reentraba en la atmósfera terrestre, desintegrándose sobre el Océano Pacífico.

A medio camino entre experimento científico y bolsa de lavandería, el SuitSat es una demostración de que es posible crear satélites fiables y baratos y que no precisan ser lanzados desde la Tierra, lo que es muy interesante.

Al SuitSat 1 le han seguido otros, con suerte algo desigual. (Continuará).


2 comentarios :

Anónimo dijo...

Me gustaría que ampliara este tema del traje-satélite

Carlos Cuesta dijo...

¿Cuánto cuesta un traje espacial?