El reciente
estreno de la película ‘Las aventuras de
Tintín: El secreto del Unicornio’ dirigida por Steven Spielberg, sobre el
célebre cómic del dibujante y guionista belga Georges Rémi, más conocido por el seudónimo artístico de Hergé, hace impensable que aún haya alguien, si es
que en realidad lo había antes, que no sepa quién es el profesor Tornasol.
Por supuesto que
sí. Es imposible no saberlo. No en vano se trata de uno de los personajes
principales de este cómic, tras el propio Tintín, el perrito Milú y el Capitán Haddock.
Algo realmente sorprendente si tenemos en cuenta que, tanto su presencia como su protagonismo, no son tan acusados en las historietas como el del resto de los personajes. Sin duda hay personajes con tirón propio.
El profesor Tornasol
encarna el arquetipo del científico chiflado, excéntrico y distraído, pero genial.
Las primeras
características son consecuencias directas de su sordera y ensimismamiento. La
última, la genialidad, lo es del elevado nivel de sus conocimientos.
Un grado de
sabiduría que, si hemos de ser riguroso, alcanza la categoría de inverosímil.
Se trata por
tanto de una explosiva mezcla, ésta de excentricidad, sordera y genialidad, que
le hace desempeñar diferentes roles en las aventuras.
Desde situaciones cómicas motivadas por su deficiencia auditiva. Hasta situaciones extremas originadas por sus excentricidades.
Desde situaciones cómicas motivadas por su deficiencia auditiva. Hasta situaciones extremas originadas por sus excentricidades.
Pasando por la
genialidad de sus ocurrencias e inventos como físico e ingeniero.
Y es que no hay
área del conocimiento humanístico que parezca escapar de las posibilidades del
brillante profesor Tornasol. Unos inventos, la verdad sea dicha, un tanto
peculiares.
Oscilan entre lo puramente insensato y lo estrictamente sobresaliente.
Oscilan entre lo puramente insensato y lo estrictamente sobresaliente.
Hay inventos…
Cómo no
calificar de absurdo el invento de una máquina
para cepillar ropa o el de una cama-armario
que, recuerden, casi convierten en papilla a los que los usan.
O el de una televisión en color, eso sí, con un
pequeño inconveniente. El de provocar desprendimientos de retina en todos sus televidentes.
O aquellos otros
del descubrimiento del componente
químico que sabotea la gasolina o el del tratamiento contra el alcoholismo. Ya me dirán.
Sin olvidarnos
que el bueno de Tornasol, tiene también un punto “magufo”. Sí. Suele llevar
consigo un péndulo que hace oscilar a las primeras de cambio, porque cree en la
radiestesia. (Continuará)
4 comentarios :
Me parece muy a propósito la entrada sobre Tintín
no es la perrita milu es el perrito milu
Gracias pro advertirme del desliz.
Tembién inventó las impresoras en 3-D
Pag. 26 (Tintin en el Lago de los Tiburones)
http://es.scribd.com/doc/24229965/TINTIN
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