Probablemente
haya alrededor de 500 000 piezas de basura espacial identificadas, de entre 1 y
2 cm de longitud.
Y más de 21 000 objetos que son mayores de 10 cm. Todo un vertedero cósmico.
Y más de 21 000 objetos que son mayores de 10 cm. Todo un vertedero cósmico.
Les hablo de un vertedero
cósmico dando vueltas alrededor de nuestro planeta, del que los científicos
estiman que su volumen de basura mantendrá una evolución, más o menos, uniforme hasta el año 2055.
Se calcula que
su ritmo de crecimiento será de un 5% cada año.
Pero a partir de
ese año el número de objetos peligrosos flotando se disparará de forma exponencial. Con un mayor peligro
de colisión entre ellos y el consiguiente desprendimiento de nuevos fragmentos
alrededor del planeta, que incrementarían el riesgo de colisión con la
consiguiente.
Una indeseable y
sin fin reacción en cadena. Una pescadilla espacial que se muerde su propia
cola contaminada.
Un peligro para
las nuevas misiones espaciales, los satélites artificiales y la estación
espacial, dada la alta velocidad orbital
a la que se desplazan todos, por un lado, y el hecho de encontrarse
localizados, fundamentalmente, en dos bandas de altitud por otro.
La gran mayoría
de los objetos, útiles e inútiles, que orbitan el planeta, orbitas geocéntricas, lo
hacen fundamentalmente en uno de estos dos niveles:
a) Órbita LEO, órbita baja comprendida
entre 0 y 2000 km de altitud, y
b) Órbita GEO, órbita geoestacionaria, es decir a una altitud de 35 768 km y de inclinación cero, o lo que es lo mismo
sobre el ecuador. Es muy usada por las empresas de telecomunicación.
Es conocida como
la órbita de Clarke, en honor del
divulgador científico A. C. Clarke considerado padre de la popularización de la
órbita geoestacionaria.
1 comentario :
Muy buena divulgación científica. Rigurosa pero amena.
Enhorabuena
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