martes, 6 de mayo de 2025

Sevilla, sanidad e higiene. Siglos XIX y XX. Enfermedades

No es mucha la documentación existente sobre la calamitosa sanidad e higiene sevillana de finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX, aunque sí le puedo ofrecer un par de botones de muestra.

Uno es de finales del primero de ellos, ya que en 1900 (año finisecular) Sevilla ocupaba el tercer lugar mundial en mortalidad, sólo superada en tan luctuoso ranking por dos ciudades hindúes: Madrás en el sur, en la actualidad es la cuarta ciudad más grande del país; y Bombay, la más poblada de la India y cuarta del mundo.

Cuantitativamente sorprenden los bajos números de las ciudades en la lista y, cualitativamente, llama la atención su ubicación geográfica en el planeta.

Otro de los botones es de inicios del pasado siglo XX, cuando la esperanza de vida del sevillano apenas superaba los treinta y cinco (35) años de edad, ¿se imagina? Un lastimoso y deplorable estado higiénico/sanitario de la ciudad que obedecía a no pocas y diferentes causas.

Entre otras las geográficas, institucionales, culturales, públicas, familiares, individuales y que fueron el origen de numerosas enfermedades de distintas naturalezas o categorías: endémicas, profesionales o venéreas.

De los efectos y las causas: enfermedades endémicas

Es decir, tuberculosis, lepra, reuma, peste o hepatitis, entonces poco conocidas científicamente, y unas enfermedades endémicas (presentes de forma constante en una población dentro de un área geográfica específica) que tuvieron unos efectos devastadores en la población y si bien las causas que la originaban eran varias, casi todas tenían un origen común.

Que no era otro que las periódicas riadas del Guadalquivir y sus afluentes, que mantenían por mucho tiempo las humedades en las antiguas casas de vecinos, los populares corrales de los barrios históricos construidos con adobe.

Un elemento de construcción de paredes y muros, realizado con barro (arcilla y arena) mezclado con paja, moldeado en forma de ladrillo y, posteriormente, secado al sol; relativamente barato y asequible sí, pero quizás no el más indicado dadas las circunstancias.

De los efectos y las causas: enfermedades profesionales y venéreas

Un endemismo sanitario al que hay que sumar las también entonces desconocidas enfermedades profesionales, que empezaron a surgir y se extendieron dado el casi absoluto desconocimiento que se tenía de ellas y, sobre todo, por la ausencia total de medidas de seguridad e higiene en el trabajo. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 


1 comentario :

conciencia ambiental dijo...

Es impactante ver cómo las epidemias, la falta de agua potable y la acumulación de basura eran problemas cotidianos, y cómo poco a poco las autoridades y la sociedad fueron tomando conciencia para implementar mejoras. Este tema nos hace reflexionar sobre lo mucho que hemos avanzado gracias a la medicina, las políticas públicas y la infraestructura moderna, y nos recuerda que la salud colectiva depende no solo de los avances científicos, sino también del compromiso social y político por garantizar ambientes saludables para todos.