(Continuación) El cerio es tan abundante como el cobre; itrio y neodimio lo son bastante; y tulio y lutecio, las “tierras raras” menos frecuentes, son doscientas (200) veces más abundantes que el oro. Así que parecido a lo que se dice de Puertollano en Ciudad Real, ya ve por dónde voy.
O sea que algo confusa sí
es la expresión, como difícil resulta encontrar a los metales de forma
natural, si bien no es menos cierto que existen depósitos de algunos de ellos
en el planeta. Resumiendo, que es tiempo gerundio, según IUPAC, “tierras
raras” son los diecisiete elementos o metales citados de las correspondientes
tablas mencionadas.
Una rara posición
Una confusión que no queda
ahí pues también se muestra en el lugar que se les asigna en las tablas
periódicas, que ya de entrada propicia asociarlas erróneamente con las dos
filas que se suelen mostrar separadas de la tabla; algo que ya sabemos no es
así pues sobran los actínidos y faltan escandio e itrio.
Las “tierras raras” forman parte de la columna 3 y de la fila 6 si bien no tuvieron una posición definida hasta que el químico atómico y nuclear estadounidense, Premio Nobel de Química en 1951, Glenn Seaborg (1912-1999) por mera economía espacial, propuso localizarlos como una extensión de dicha fila, pero fuera de la misma tabla, algo que se repitió con los actínidos.
En la actualidad, resulta
curioso, pero ni la misma IUPAC se ha definido sobre si lantano y
actinio, o lutecio y laurencio, pertenecen al grupo 3 o no; mucho me temo que
su comprensión requiera un análisis más a fondo desde la misma mecánica cuántica
escapando, por ahora, a las posibilidades divulgativas de esta entrada.
Configuraciones electrónicas
En lo que respecta a las configuraciones (c.e.) de los elementos que conforman las tierras raras existe cierto consenso en hacerlas corresponder con estas que le expongo.
Escandio, Sc (21): [Ar] 4s2 3d1; itrio, Y (39): [Kr] 5s2 4d1; lantano, La (57): [Xe] 6s2 5d1; cerio, Ce (58): [Xe] 6s2 4f1 5d1; praseodimio, Pr (59): [Xe] 6s2 4f3; neodimio, Nd (60): [Xe] 6s2 4f4; prometio, Pm (61): [Xe] 6s2 4f5; samario, Sm (62): [Xe] 6s2 4f6.
Europio, Eu (63): [Xe] 6s2
4f7; gadolinio, Gd (64): [Xe] 6s2 4f7 5d1;
terbio, Tb (65): [Xe] 6s2 4f9; disprosio, Dy (66): [Xe]
6s2 4f10; holmio, Ho (67): [Xe] 6s2 4f11;
erbio, Er (68): [Xe] 6s2 4f12; tulio, Tm (69): [Xe] 6s2
4f13; iterbio, Yb (70): [Xe] 6s2 4f14; lutecio,
Lu (71): [Xe] 6s2 4f14 5d1.
Una c.e. que
justifica que sean trivalentes y que la conformación del orbital 4f se produzca
de forma secuencial, desde un electrón en el lantano hasta 14 en el lutecio, con
las excepciones de cerio y gadolinio que conforman el subnivel 5d en vez del 4f
por razones de energía y distancia entre núcleo y orbital. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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