jueves, 7 de noviembre de 2024

DCPS. Cartela de Ehrlich en el Laboratorio Municipal de Sevilla (y 4)

(Continuación) Uno de ellos, un grupo que no reconocía la naturaleza exclusivamente química de la toxina diftérica y la antitoxina; de hecho, pensaban que la teoría de Ehrlich carecía de valor práctico alguno, lo que resultó incierto al menos en parte.

Dicha teoría establecía la base química para la especificidad de la respuesta inmunológica que explica cómo los receptores de la parte externa de las células se combinan con toxinas para producir cuerpos inmunes capaces de combatir la enfermedad.

Década años cero del siglo XX. “Balas mágicas”

Volviendo al campo de la quimioterapia, en 1906, se hizo cargo de la Georg Speyer Haus für Chemotherapie fundada para él por la viuda del banquero Speyer, un laboratorio de investigación privado que resultaría definitivo para la quimioterapia y marcó la tercera etapa en la vida científica de Ehrlich.

En ella se vuelve a plantear la necesidad de estudiar la relación entre la composición química de los fármacos y su forma de actuar sobre el organismo y las células del cuerpo a las que van dirigidos, con la intención de encontrar los productos específicos que tuvieran afinidad por los organismos patógenos y así actuar sobre la causa de enfermedad dejando indemne al huésped, como en inmunología.

Llama “balas mágicas” a estos preparados, compuestos sintetizados usados en la curación de enfermedades infecciosas causadas por protozoos y bacterias, que elabora con compuestos similares a las tinturas, aunque contenían arsénico en su composición.

Década años cero del siglo XX. Salvarsán y Neosalvarsán

Y halló el dioxidiamidoarsenobenzol que resultó ser efectivo contra la bacteria responsable de la sífilis, en ese momento una de las enfermedades infecciosas más letales en Europa.

A esta primera “bala mágica” se la conoció en principio como “compuesto 606”, por ser el resultado exitoso del seiscientos seis experimento realizado. Y que posteriormente se comercializó como Salvarsán (“arsénico que salva”), químicamente arsfenamina de fórmula molecular C12H13N2ClO2As2.

Poco después salió el Neosalvarsán ((“nuevo arsénico que salva”), químicamente neoarsfenamina de fórmula molecular C13H13N2O4SNaAs2, que fue conocido durante mucho tiempo como “Ehrlich 914”, sí, por tratarse del 914.º compuesto preparado.

Un medicamento que si bien no tuvo al principio un camino de rosas, terminó dando paso a las sulfamidas, los antibióticos y toda una serie de productos orgánicos con gran eficacia terapéutica; hablamos ya del comienzo de una fase revolucionaria para la farmacología y, por tanto, para la terapéutica.

Ehrlich compartió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1908 con el bacteriólogo ruso Ilya Mechnikov en reconocimiento al trabajo de ambos en el terreno de la química inmunológica. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

[**] El original de esta entrada fue publicado el 10 de junio de 2024, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA, del diario digital Sevilla Actualidad.

 

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