(Continuación) Correspondía a los sesenta y tres (63) elementos conocidos hasta entonces, cuyo número no ha parado de aumentar hasta el centenar largo que conocemos en la actualidad; ellos son los inquilinos, por ahora, de este icono de la ciencia y la cultura en el que se ha convertido la tabla periódica, ¡qué recuerdos escolares!
Ya que va de aniversarios
recordar que hace un lustro, en 2019, las Naciones Unidas declaraban dicho año del
Señor, Año Internacional de la Tabla Periódica de Elementos Químicos (IYPT2019), una iniciativa que fue apoyada por la Unión Internacional de
Química Pura y Aplicada, IUPAC.
Una asociación, vaya por Dios,
esto de los aniversarios se me ha ido un poco de las manos, que nació en 1919,
de modo que este año cumple su centésimo quinto
(105.º).
¿Dónde y cómo se formaron? Elementos y sustancias
De manera natural sabemos que muchos de los elementos químicos se crearon en las supernovas hace miles de años -unos sucedidos relativamente raros por ser escasos y difíciles de detectar, consistentes es la explosión de una estrella muy masiva que al final de su vida termina por expulsar todo el material de su interior en forma de onda de choque, lo que nos permite investigar su composición-.
Supernovas
que explotan de diferentes formas, una de ellas mediante una reacción termonuclear o de fusión en cadena, semejante a
la que se genera en el Sol, o controlada, en una bomba de hidrógeno, bomba H o termonuclear. Por así decirlo, las
supernovas son las “cunas” de decenas de elementos químicos.
De los que, a
partir de su combinación, surgen los millones de sustancias químicas del
universo formadas por dos o más elementos, salvo en el caso de los que
conocemos como gases
nobles, unas sustancias simples constituidas
por un solo elemento químico y monoatómicas.
Como es el caso de: helio, He (g); neón, Ne (g); argón, Ar (g); kriptón Kr (g); xenón Xe (g) y radón Rn (g), ya sabe los del grupo 18 de la tabla del laboratorio de química.
Sustancias químicas
Ya con dos
(2) átomos del mismo elemento, sirvan de ejemplo los gases dihidrógeno H2 (g), dioxígeno
O2 (g) y dinitrógeno N2 (g), parte
esencial de nuestra atmósfera (>99% en volumen) donde se encuentran también el
monoatómico gas
argón Ar (g), un 0,93 % en volumen. Y con
tres (3) átomos el gas
ozono O3 (g), con una abundancia < 7·10−6
%
Triatómico también, pero de dos
elementos diferentes y presente en la atmósfera, cómo no, el también gas dióxido de carbono CO2 (g), con un 0,035%
en volumen; le dejo por hoy con el sevillano Bécquer, ‘Los invisibles átomos del
aire en derredor palpitan y se inflaman’. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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