(Continuación) Y así el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, además de provocar un incremento en la temperatura global y un cambio de los regímenes de lluvias, generan un crecimiento significativo de la frecuencia de las olas de calor, su duración y su gravedad. Algo no solo indeseado sino indeseable por peligroso.
¿Y qué debemos hacer ahora?
A simple vista parece de lo más
conveniente trabajar en dos direcciones que actúen en la misma raíz del
problema: una de prevención, reduciendo al mínimo las nuevas emisiones de gases
de efecto invernadero; y otra de eliminación, buscando métodos que retiren el
carbono ya liberado a la atmósfera.
Pero como todos sabemos, no es lo mismo dirección que sentido, y cada una de las primeras tiene un par de los segundos (¿Es lo mismo dirección que sentido?) que son contrarios y con consecuencias opuestas, por lo que es muy conveniente estudiar el sentido de la medida que se tome.
Y es que a casi nadie escapa
que estos tipos de medidas implican acciones globales y coordinadas de todos
los países, que se deben esforzar en remar no ya en la misma dirección como sus
dirigentes dicen, sino en el mismo sentido.
Aquel que apunte hacia una
perspectiva en la que la medida
de prosperidad y progreso deje de medirse en términos monetarios o económicos y comience a hacerlo por el del bienestar ambiental y social.
¿Y qué hacemos en realidad?
Lo de más arriba es la teoría de la cuestión que todos tienen o tenemos clara y aceptan o aceptamos, lo que está bien, pero lo mollar viene con su puesta en práctica y como dice el castizo, del dicho al hecho hay un largo trecho y de mal camino.
Una dificultad que hace que no
coincidan lo que hacemos con lo que debemos hacer, y que viene motivada fundamentalmente
por el decrecimiento económico que supone su puesta en acción, razón de que dicha perspectiva
no sea acogida por la mayoría de los responsables, a pesar de las advertencias
desde la comunidad científica.
Una minoría que está detrás de
la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, a saber: unos cuantos,
no muchos, países; un pequeño grupo de grandes empresas y, claro, un estilo de
vida desafortunado. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
1 comentario :
Gran información.
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