jueves, 31 de agosto de 2023

DCPS. IES Julio Verne (2)

(Continuación) Siendo otras Placa conmemorativa de la primera circunnavegación. Catedral; Monumento Milla Cero de la Primera Vuelta al Mundo) y las que cuelgan.

‘Viaje al centro de la Tierra’, 1864

Esta otra novela es todo un tratado de geología y paleontología de la época decimonónica y por tanto, está plagada de aciertos y errores. Entre los primeros la hipótesis cualitativa de que la temperatura aumenta conforme se desciende a sus profundidades, algo que ya sabían todos los mineros del mundo desde hacía muchos años y siglos; y entre los segundos, los errores, hasta tres le ofrezco.

Uno, el cálculo cuantitativo que hace de dicho aumento térmico, resulta que a 70 km de profundidad la temperatura no es de 26 ºC como él predijo, sino de algunos centenares de grados. Dos, la constitución y estructura interna que le presupuso al planeta, con enormes cavidades a gran profundidad en las que existirían una flora y una fauna antidiluvianas; un tipo de vida que resulta del todo imposible, por diversos motivos científicos en los que no entraremos.

Y tres, el hecho de salir del centro de la Tierra por un volcán, bueno, qué quiere que le diga, demasiado pirotécnico quizás, aunque muy efectivo y efectista eso sí. Pero lo importante es que ambos, aciertos y errores, cuentan no en vano la ciencia se compone de errores que, a su vez, son los pasos hacia un acierto.

A modo de conclusión

Mucho me temo que en la actualidad los jóvenes no leen a Verne o lo leen poco, parece que se llevan más las historias de hechizos y anillos mágicos, de escuelas de brujería y vuelos en escobas, vamos de general entontecimiento pseudohistórico-mistérico. Ya me entiende. Lo malo de esto es que resulta entendible, tiene su razón de ser, por el hecho de que su lectura apenas exige pensar y, por supuesto, mucho menos razonar.

Sí, a lo mejor es por eso, y en ese caso sólo cabe esperar que se trate de una moda porque si no, a lo peor, resulta que tiene su razón de ser. Quien sabe. Es más, puede que sea la misma que hace que en los albores del siglo XXI, las credulidades y supersticiones más simples y memas sigan existiendo y prosperando.

Como que la gente siga consultando horóscopos y cartas astrales, creyendo en el terraplanismo, viendo fantasmadas “ikerizadas” o visitando curanderos. En definitiva poniéndose en manos de desalmados que juegan con su miedo, su ignorancia y sus carencias; unos viles embaucadores que terminan por arrebatarles siempre la bolsa, a veces la salud y por desgracia, en ocasiones, la vida.

Algo que ni siquiera Julio Verne, con su demostrada sagacidad e indudable clarividencia, hubiera previsto y predicho para nuestros días. Y es que ya está dicho: Las personas están repletas de imaginarios seres imaginados. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

[**] El original de esta entrada fue publicado el 10 de abril de 2023, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA, del diario digital Sevilla Actualidad.

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