Se desconoce también si a esta visita al nobel, Einstein
fue acompañado de Blas Cabrera, quien por cierto unos años antes, en
1894, se había trasladado a Madrid para estudiar derecho, como su padre, pero
debido a la influencia de Ramón y Cajal y su entorno científico, cambió
letras por ciencias, derecho por física. Las dos culturas.
Impresiones personales: Einstein
En la entrevista que le realizó el periodista Révéscz
en el tren viniendo a Madrid, más bien un “aquí te pillo, aquí te mato”, al
ser preguntado por los científicos españoles que conocía, el físico mencionó a
sus colegas de disciplina científica, Terradas y Cabrera, y a
continuación a don Santiago. O sea. Cierro paréntesis.
Y en su lacónico diario, Einstein, dejó constancia del
encuentro del lunes 5 de marzo y la impresión que le había causado,
escribió: “Visita con Cajal, maravilloso viejo. Gravemente enfermo”. Un viejo
enfermo que, a pesar de la gravedad de su estado, superaría ese achuchón pues no
falleció hasta el 17 de octubre de 1934, es decir, más de una década después de
la mencionada visita.
Impresiones
personales: Ramón y Cajal
Sin embargo, y como factor diferenciador, no ha quedado
constancia escrita, ningún tipo de documento, de la impresión que Einstein
causó en Ramón y Cajal, tanto en lo personal como en lo
concerniente a la charla.
Ni rastro alguno en la tercera y última edición revisada de
los Recuerdos de mi vida (mayo de 1923) por razones evidentes, pues el
último capítulo acaba con acontecimientos de su jubilación producida el año
anterior. Pero tampoco ni una palabra en su obra El mundo visto a los 80
años (1934) donde no se hace ningún tipo de mención de esta visita. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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