Del conocido y reconocido científico británico Stephen Hawking (1942-2018), uno de los más honrados tanto por sus
compañeros como por el público en general, poco que reseñar a estas alturas de
su vida y obra. Ahí queda su importante huella en las teorías de la relatividad general einsteniana, de la mecánica cuántica, de la termodinámica, del espacio-tiempo o de los agujeros
negros.
Una impronta teórica que no solo ha hecho avanzar a la ciencia, sino que ha
conseguido cambiar, gracias a sus libros de divulgación, la percepción que la
gente ‘cienciaherida’ tenía de este campo de conocimientos que llamamos ciencias.
Pero la razón por la que su nombre aparece hoy en este enroque no se debe a
esas sus múltiples y brillantes contribuciones, sino al hecho de que también
fue una figura mediática que apareció en películas, series televisivas, dibujos
animados y grabaciones musicales.
Es decir un Hawking que se convirtió, no solo en uno de los científicos más
prestigiosos del siglo XX por sus trabajos en áreas como la cosmología, la
divulgación y la astrofísica, sino también en el icono más popular de la
ciencia contemporánea gracias a sus “trabajos artísticos”. Como el que nos trae
hoy, ligado al arte de las musas, a la música.
Y más en concreto a la “colaboración” del físico con el grupo de rock británico
Pink Floyd, que además fue doble y
se produjo en dos momentos distanciados en el tiempo: uno a finales del pasado
siglo XX y otro en los inicios del actual siglo XXI. Empecemos por donde debe,
por el primero.
‘Keep Talking’ (1994). La canción
“Seguir hablando” forma parte del decimocuarto álbum de estudio de la banda
británica de rock progresivo, que lleva por título The Division Bell y cuya temática versa, mayoritariamente, sobre la
falta de comunicación entre los seres humanos. Sobre la idea de que no pocos de
nuestros problemas en la vida, se pueden solventar con el diálogo. Una verdad probable.
'Keep talking’, una canción escrita por el guitarrista del grupo David Gilmour, y en la que entre otras
ocurrencias tuvo la de incluir la voz de Stephen
Hawking.
No es que el astrofísico se encerrara en los estudios con el grupo,
entiéndanme, sino que utilizó un sample,
una muestra de su voz electrónica emitiendo unas palabras, que al músico le
parecieron idóneas para la canción y que se escuchan al principio de la misma.
“Durante millones de años, la
humanidad vivió como los animales. Entonces algo sucedió que desencadenó el
poder de nuestra imaginación, aprendimos a hablar”, así arranca la letra de la canción con la voz
robotizada del científico, tras un minuto largo de instrumental.
Pero ¿por qué lo hizo? ¿Qué llevó a Gilmour a utilizar dichas palabras? ¿De
dónde las sacó? (Continuará)
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